Río De Janeiro. El presidente de Brasil, el neofascista Jair Bolsonaro, se retractó ayer parcialmente de un decreto que prohíbe por 60 días las quemas en la selva para aumentar la superficie de tierras agrícolas y de pastoreo en el país, al decir que la medida solo aplicará para la Amazonia.

El gobierno publicó un decreto donde instaura que se permitirá la quema de tierras agrícolas afuera de la Amazonia legal, que engloba los estados de Acre, Amapá, Amazonas, Mato Grosso, Pará, Rondonia, Roraima y una parte de Maranhao, con autorización previa de las autoridades ecológicas estatales.

La administración federal prohibió el jueves este tipo de incendios en todo el país en respuesta a la indignación mundial desatada por los siniestros en la selva amazónica. Durante las primeras 48 horas de vigencia del decreto, los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) contabilizaron 3 mil 859 nuevos focos de fuego.

El INPE señaló que los incendios en el país aumentaron aproximadamente 80 por ciento este año en comparación con el mismo periodo del año pasado. Un poco más de la mitad de esos siniestros están en la Amazonia.

En Porto Velho, capital de Rondonia, se registró un aumento de problemas respiratorios en particular en niños y ancianos por la intensa humareda que cubre la ciudad desde hace semanas.

Bolsonaro autorizó el envío de las fuerzas armadas para combatir los fuegos y anunció el viernes que ya se registró un descenso en el número de incendios en el país, aunque no divulgó ninguna cifra.