fines del siglo XIX comenzó el desarrollo de la que habría de nacer como la colonia Americana, rebautizada en 1906 como Juárez, para conmemorar el centenario del nacimiento de Benito Juárez. Creada como fraccionamiento de postín, ofrecía lotes de grandes dimensiones, lo que llevó a la construcción de lujosas mansiones, la mayoría en estilo afrancesado.
Como pasó con las colonias que surgieron en esa época y el propio centro, ahora llamado Centro Histórico, en la segunda mitad del siglo XX padecieron deterioro y muchas casonas fueron destruidas. Una de las causas fue el decreto de rentas congeladas que se emitió como una medida de emergencia por la Segunda Guerra Mundial; en México permaneció vigente durante 50 años. Desde hace un par de décadas esto se ha venido revirtiendo y muchas bellas casonas se han restaurado.
Una de ellas, ubicada en la calle de Liverpool 16, alberga desde 2003 a la Fundación para las Letras Mexicanas, que fue creada gracias al mecenazgo de un grupo de empresarios mexicanos que valora la trascendencia y alcances de la cultura en la vida de nuestro país.
La institución impulsa vocaciones a partir de una visión universal e incluyente. En poco más de tres lustros de trabajo ha creado una sólida comunidad de escritores jóvenes a quienes otorga becas, tutorías, seminarios, conferencias, cursos y talleres. Estos son impartidos por especialistas reconocidos en el ámbito de la creación literaria y en la academia.
Todo eso tiene como escenario las instalaciones de la hermosa mansión, ámbito propicio para la creatividad en las áreas que ofrece la fundación: dramaturgia, ensayo literario, narrativa o poesía.
La beca está destinada a favorecer la formación, por lo que los jóvenes deben residir en la Ciudad de México y dedicarse de tiempo completo a las actividades que forman parte del programa. Becarios de distintos estados del país que se han formado aquí han obtenido premios y reconocimientos por sus obras.
También realiza la serie editorial Viajes al Siglo XIX, en colaboración con el Fondo de Cultura Económica y la UNAM, que busca profundizar el conocimiento de nuestra herencia literaria. Otras actividades relevantes son el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños, con libros de particular belleza y la traducción de obras mexicanas al inglés y al francés.
Una iniciativa de gran alcance para difundir la cultura de nuestro país y ayudar en la comprensión de la sociedad mexicana fue la creación, en 2012, de la Enciclopedia de la Literatura en México.
El proyecto lo realizó conjuntamente con Conaculta y permite el acceso en línea a los diferentes acervos de dominio público, digitalizados por instituciones como la UNAM, la UANL, la UV, Conaculta y la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, así como a fondos digitalizados por Open Library, Internet Archive o Hathi Trust Library, entre otros.
Asimismo, permite la consulta de los fragmentos de obras que las editoriales ofrecen a los lectores para que conozcan su catálogo. Nació con el propósito de archivar los datos sobre la literatura que se ha escrito en el país y sus creadores. Está conformada con catálogos de autores, instituciones, diccionarios, obras literarias, traductores y demás individuos y elementos que se relacionen con la literatura del país. Cuenta con buscador de obras digitales de dominio público.
Este magno trabajo de digitalización de la historia literaria de México busca la difusión de conocimiento, tanto para el público en general como para investigadores especializados.
Atrás de esta noble labor se encuentra la generosidad de los patronos, la pasión y talento de su presidente, Miguel Limón Rojas, y la entrega del director Eduardo Reyes Langagne.
Para celebrarlo vamos al Café Nin, en Havre 73, con la excelente cocina de la chef Elena Reygadas. Puede comenzar con una fresca ensalada de endivias, hierbabuena y toronja. Segundo tiempo: codorniz con elotitos, frijol y adobo o la lasaña clásica. De postre el mil hojas de frutos rojos.