Sábado 17 de agosto de 2019, p. 18
Londres. El más reciente desplome de los mercados en Argentina no ha contagiado a otros países emergentes como en ocasiones anteriores, en parte por la menor exposición de esa nación a los mercados de crédito e inversiones.
La economía y el sistema bancario de Argentina son probablemente demasiado pequeños para contagiar por sí mismos. Si bien las economías emergentes están claramente tensionadas por el comercio mundial y el temor a una recesión, todavía no se han visto sacudidas por el último tsunami financiero en Argentina.
Unos 3 mil 400 millones de dólares han salido de los mercados emergentes de América Latina esta semana, según datos del Instituto de Finanzas Internacionales, pero analistas dicen que sólo una parte se debe a la derrota del presidente Mauricio Macri en las elecciones primarias del domingo, lo cual provocó que el peso perdiera más de un tercio de su valor en tres días.
El desplome de la moneda argentina recuerda el último episodio traumático de ese tipo en 2018, que contribuyó a la salida de miles de millones de dólares de los mercados emergentes de todo el mundo.
La sacudida de esta semana provocó inicialmente algunas ventas de deuda y acciones en Sudáfrica, Indonesia y Tailandia, y una baja de las monedas de Turquía, México, Brasil y Sudáfrica.
Sin embargo, el contagio ha sido menos severo esta vez y al final de la semana comenzó a desvanecerse fuera de Argentina. Analistas sostuvieron que la actual crisis es una réplica decreciente de lo que ocurrió en 2001, 2014 y 2018.
Las consecuencias directas de la crisis de Argentina en el resto del mundo emergente deberían ser limitadas, ya que la huella económica del país ha disminuido y es una economía relativamente cerrada
, afirmó Stéphanie de Torquat, estratega de Lombard Odier.
El índice de mercados emergentes MSCI de acciones ha caído 1.4 por ciento en la semana, menos que la baja de 2.2 de su equivalente global. Argentina tiene un peso de sólo 0.26 por ciento dentro del índice, significativamente menos que países como Brasil, cuya incidencia alcanza 8.1 por ciento.
Los mercados de bonos también se han recuperado, con el índice de mercados emergentes en dólares de Bloomberg Barclays nuevamente en territorio positivo durante el mes, revirtiendo una caída de uno por ciento por las elecciones.
Argentina no es el mayor emisor (de deuda) en los mercados emergentes, sólo representa dos o 2.5 por ciento en los índices. Es bastante manejable desde una perspectiva de contagio más amplia
, dijo Shamaila Khan, directora de deuda de mercados emergentes de AllianceBernstein en Nueva York.
En un año como este, cuando los mercados emergentes han tenido retornos muy fuertes, no creo que el movimiento en Argentina vaya a descarrilar el apetito por esos mercados.
La economía argentina, la segunda más grande de Sudamérica, enfrenta una recesión desde el año pasado, mientras los activos en su sistema bancario, que han crecido relativamente bien, representan alrededor de 20 por ciento del PIB.
Brasil, uno de sus principales socios comerciales, es más vulnerable al contagio directo, pero el comercio de Argentina con otros mercados emergentes es más limitado fuera de China, Chile y Vietnam.