Personajes como José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros retratados por el fotógrafo Héctor García, así como el rostro de un niño coronado de helechos que mira con asombro, de Pedro Meyer, y la istmeña Nuestra Señora de las iguanas, que eternizó Graciela Iturbide, forman parte de la exposición De humanos, lugares y cosas: fotografías de la Colección Toledo, que se inauguró en las galerías de la Antigua Academia de San Carlos, en el Centro Histórico.

La muestra organizada por la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en colaboración con el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) y el Centro de las Artes San Agustín (CaSa), Etla, fundados por Francisco Toledo, reúne una selección de 121 de las más de 70 mil fotografías que conserva el IAGO y es considerado uno de los más importantes acervos del país.

Trabajos de 36 autores

El eje de la exhibición es el arte social y de protesta del que se desprenden voces en favor de los derechos de las mujeres, de las comunidades indígenas y en contra de la segregación racial y económica.

De humanos, lugares y cosas... abarca seis núcleos en los que se agrupa a 36 autores. La temporalidad de las imágenes va de mediados del siglo XIX a finales del XX.

En la selección pueden encontrarse diversas tendencias de la fotografía, como el pictorialismo que la consideraba supeditada a la pintura y el dibujo, y la straight photography (fotografía directa) –impulsada entre 1900 y 1970– en la que se buscó el carácter autónomo de la disciplina.

En la apertura de la exposición, José de Santiago Silva, coordinador de Investigación, Difusión y Catalogación de Colecciones de la Academia, explicó que la muestra ‘‘pone en común y sugiere la visión que varios artistas tienen alrededor de lo humano, la vida, la sociedad y el entorno. Con este punto de partida se han reunido imágenes que transitan de lo individual al conjunto social y a la circunstancia donde se teje el trayecto de la existencia humana”.

Añadió que predominan los artistas mexicanos, con 24 autores, seguidos por los estadunidenses que suman cinco, así como fotógrafos de Alemania, Brasil, República Checa, Chile, Dinamarca, Francia, Irán e Italia. De la misma manera sobresalen temas mexicanos, en particular de Oaxaca.

‘‘Un colega profesor de la escuela me decía al ver el conjunto de imágenes, que la muestra podría ser una clase de la historia de la fotografía”, añadió el coordinador.

Esa iniciativa ha buscado ser congruente con la inspiración que anima a Toledo tanto en su producción artística como en su activismo cultural. ‘‘Para el maestro el estudio, la lectura y el coleccionismo son factores articulados e imprescindibles para propender a la elevación de las comunidades de los creadores y públicos”, definió José de Santiago Silva.

Daniel Brena, historiador de arte y director del CaSA, sostuvo que las imágenes pertenecen a una de las colecciones más importantes del país no sólo por la cantidad y calidad, si no porque también están ligadas a uno de los artistas más representativos de México, Francisco Toledo, y aunque el maestro es conocido sobre todo por su obra pictórica y gráfica es poco conocido que el deseaba ser fotógrafo”.

Brena recordó cómo surgió el interés de Toledo por la fotografía, sobre todo al ver el trabajo de Manuel Álvarez Bravo en una biblioteca de Oaxaca, cuando tenía 13 años.

Mencionó que en los años 70 del siglo pasado el pintor inició la colección de fotografía con el propósito de compartirla con la comunidad y prometió rescatar el trabajo de fotógrafos locales. ‘‘Esta colección no sólo muestra partes importantes de la historia de la fotografía, también una línea de tiempo en la vida de este gran artista.

‘‘Toledo ha trabajo durante décadas en promover la expresión humana a través del arte y la revitalización lingüística.”

El director de el CaSa recordó al fotógrafo Eniac Martínez, quien falleció recientemente, por su pasión por la fotografía y por la atención especial que tuvo hacia Oaxaca.

La exposición De humanos, lugares y cosas: fotografías de la Colección Toledo, que es resultado de un convenio de colaboración de la UNAM con el IAGO, está abierta de lunes a viernes de 10 a 18 horas en las galerías de la Antigua Academia de San Carlos (Academia 22, Centro Histórico; entrada por la calle Emiliano Zapata). Concluirá en diciembre.