Lunes 12 de agosto de 2019, p. 26
Guatemala. Alejandro Giammattei, del conservador partido Vamos, se proclamó anoche vencedor de los comicios presidenciales de Guatemala tras obtener casi 20 puntos de diferencia sobre su rival, la socialdemócrata Sandra Torres, según 85 por ciento de los votos escrutados.
El objetivo se cumplió. Hoy, con un nudo en la garganta, 12 años después vengo a decirles que para este humilde servidor va a ser un inmenso honor ser el presidente de Guatemala
, afirmó el político en un mensaje a periodistas.
Al cierre de esta edición, el candidato de Vamos obtenía 59.47 por ciento de votos, mientras Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza, y ex esposa del ex presidente Álvaro Colom, mantenía 40.53 por ciento.
La segunda ronda electoral finalizó con un alto índice de abstención. Según publicó el Tribunal Supremo Electoral, de los más de 8 millones de guatemaltecos inscritos en el padrón, más de 5 millones no votaron.
Giammattei, médico de 63 años, buscaba la presidencia por cuarta ocasión y quiere imponer mano dura contra el crimen y reintroducir la aplicación de la pena de muerte; también se opone férreamente al matrimonio homosexual y al aborto.
Asumirá el cargo el 14 de enero y tendrá entre sus retos atajar el gran flujo de migrantes que salen hacia Estados Unidos.
El gobierno del presidente saliente, Jimmy Morales, firmó el 6 de julio un acuerdo con Estados Unidos que obligaría a salvadoreños, hondureños y otros migrantes a pedir asilo en Guatemala si cruzan al país en su ruta hacia Estados Unidos.
Giammametei tendrá que implementar el acuerdo de tercer país seguro
, que aún tiene recursos legales que salvar, y que podría reducir el número de migrantes sin documentos que llegan a la frontera estadunidense.
Además de la migración, el nuevo gobierno deberá enfrentar la desnutrición crónica de unos 800 mil menores de cinco años, 90 por ciento de impunidad en el sistema de justicia, y los temas que preocupan a la población como la delincuencia, el desempleo, los crecientes costes de la vida y la arraigada corrupción.