Viernes 9 de agosto de 2019, p. 25
Moscú. Diálogo de sordos con final anunciado –denegar el registro de los candidatos a diputado cuyas firmas de apoyo a su postulación fueron anuladas por la instancia inferior– es lo que está pasando en la sede de la Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia, máxima autoridad en la materia, que sesiona esta semana para decidir sobre las quejas de los excluidos.
En total, se presentaron 19 recursos de apelación y, a juzgar por los fallos que se dieron a conocer el miércoles y este jueves, a todos les espera el mismo resultado: sus nombres no estarán en las boletas el 8 de septiembre, fecha de las elecciones al Parlamento de Moscú.
Ela Pamfilova, presidenta del CEC, resumió la posición oficial con esta lapidaria frase: Ustedes (los candidatos opositores) dicen que defienden la democracia, pero pisotean las leyes, se creen privilegiados y exigen ser registrados mediante chantajes y mítines. De ese modo se saltan todos los procedimientos democráticos, desconocen los fundamentos de la legislación electoral y confunden a la gente en lugar de decir la verdad
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Sin embargo, el caso de Liubov Sobol, jurista del Fondo de Lucha contra la Corrupción que mantiene como protesta una prolongada huelga de hambre, transmitida en directo en el segmento ruso de las redes sociales, permite formarse una idea de lo que ocurrió con ella y los otros candidatos rechazados.
Para su registro, Sobol necesitaba sólo 232 firmas y llevó a la sesión los videos grabados con los testimonios de cerca de 300 personas que confirman que respaldaron su postulación, aunque según el Ministerio del Interior ya fallecieron o no existen por estar alterados sus datos. La Comisión Electoral no consideró necesario ver esos videos por cuanto, dijo, no es una corte ni tiene tiempo que perder en interrogatorios virtuales.
El CEC también rechazó los argumentos presentados por Dimitri Gudkov, que no pudo estar presente al ser condenado a 30 días de prisión, cuyos representantes presentaron 242 constancias firmadas por personas que el Ministerio del Interior sostiene que también son inventadas.
A Ilia Yashin, quien debería quedar en libertad este jueves tras cumplir una pena de 10 días de prisión, ni siquiera le dieron la oportunidad de asistir a la sesión que debía decidir sobre su queja: volvió a ser condenado ayer, por otra causa, a otros 10 días de cárcel.
El CEC tampoco aceptó el documento en que un notario admite su error al certificar la verificación de las 905 firmas de Yekaterina Ignatova que, por esa razón, resultaron anuladas. Y así por el estilo.
Ahora a los excluidos sólo les queda apelar ante la Corte Urbana de Moscú; después, de ser necesario, ante la Suprema Corte y, por último, ante las instancias europeas, en procesos que pueden llevarse meses, si no años.
En tanto, puede darse por seguro que el próximo mitin de protesta en Moscú, con autorización o sin ella, tendrá lugar mañana sábado.