Capital
Ver día anteriorMiércoles 7 de agosto de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Los milagros de doña Tete para dar de comer a personas de escasos ingresos
Foto
▲ En el comedor comunitario San Antonio, ubicado en el barrio del mismo nombre, en el centro de Xochimilco, se atienden a 150 personas de escasos ingresos, entre las cuales se encuentran adultos mayores, madres de familia, hijos, estudiantes y trabajadores, quienes pagan 10 pesos por un desayuno o comida calientes cinco días a la semana.Foto proporcionada por comensales
 
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de agosto de 2019, p. 29

Desde hace 10 años, el comedor comunitario de San Antonio, en Xochimilco, ha sido de gran apoyo para adultos mayores, madres, hijos, estudiantes y trabajadores de escasos ingresos, quienes por 10 pesos reciben comida caliente cinco días a la semana.

Esther Romero Félix, responsable de la cocina, ofrece desayunos y comidas, aunque no siempre alcanza. Sin embargo, la mujer de 52 años señaló que día a día, al hacer la despensa con los recursos que obtiene, realiza maravillas al momento de hacer las compras para que la comida alcance para todos.

El comedor se encuentra en la calle Gladiolas número 40, en el barrio de San Antonio, justo en el centro de Xochimilco. Cinco días a la semana abre sus puertas para que quien lo desee pueda tener un lugar donde comer, sea en la mañana o por la tarde.

El desayuno, comentó doña Tete, como se le conoce a Esther Romero, se empieza a servir a las 9:30 de la mañana, de lunes a viernes. Antes de esa hora ya hay gente a la espera de que abran las puertas.

Sin embargo, sólo logran atender a las personas que llegan en el lapso de 60 minutos, tiempo que dura el registro para el desayuno. En punto de las 10:30 de la mañana el personal que atiende el comedor y apoya a doña Tete empieza a preparar la comida, la cual debe estar lista antes de las 13 horas.

El menú incluye sopa, arroz, guisado, frijoles, agua, tortillas y postre, todo por 10 pesos.

Con el ingreso que obtiene doña Tete paga renta, luz, agua, gas, algunos insumos y el sueldo de sus asistentes. Otro apoyo son los insumos que cada catorcena recibe del Gobierno de la Ciudad de México, como arroz, agua, atún, aceite, soya, amaranto, sal, frijol, lenteja, sopas de pasta, nopales, postres y tortillas, con los que prepara 150 raciones de comida todos los días.

Para Esther Romero, atender el comedor es más que un negocio, porque mantiene una relación con los usuarios, a quienes quiere como si fueran de su familia, y pese a que en ocasiones la situación no ha sido fácil, pensar dónde comerán los ancianos si el comedor no abre es lo que la motiva a mantenerlo abierto.

Además de atender la cocina, doña Tete también tiene una familia qué mantener; para ello, organiza banquetes, ofrece servicios de belleza y conduce un automóvil que ofrece servicio por aplicación.