Cuando se percató que el agresor apuntaba a su esposa, Juan de Dios Velázquez Chaires –uno de los ocho mexicanos asesinados en los ataques en El Paso, Texas– se interpuso para protegerla. Perdió la vida, pero su sacrificio no fue en vano, pues aunque Estela, su compañera, resultó herida, ayer ya la reportaban como estable.

Juan de Dios, de 77 años de edad, murió ayer en el Centro Médico Del Sol de El Paso, donde fue atendido y sometido a varias cirugías tras recibir en la espalda varios impactos de bala por el arma de asalto de Patrick Crusius, a quien las autoridades estadunidenses señalan como el responsable de los crímenes.

Norma Ramos, sobrina de la pareja, detalló que sus tíos vivían desde hace seis meses en El Paso. Se mudaron a esa ciudad fronteriza porque debían vivir ahí por un tiempo, ya que habían conseguido la ciudadanía estadunidense y debían cumplir con ese trámite. Era con el padre de Norma, quien vive en Denver, Colorado, con quien la pareja mantenía una estrecha comunicación.

El sábado era un día normal para Juan de Dios y Estela Nicolás Velázquez, de 65 años de edad. Fueron a comprar comestibles a un Walmart, cuando quedaron en medio del ataque armado.

A cuentagotas, Norma se ha podido informar de lo sucedido con sus tíos. Ha mantenido contacto con sus familiares en Estados Unidos. En entrevista telefónica con La Jornada desde Ciudad Juárez, Chihuahua –ciudad vecina de El Paso–, donde ella vive, reconstruye la historia.

▲ Juan de Dios Velázquez Chaires, mexicano fallecido durante el tiroteo en El Paso, Texas, recibió varios balazos en la espalda.Foto cortesía de la familia

Me dicen que al darse cuenta de que un hombre los iba a atacar, mi tío se atravesó para protegerla a ella. Él recibió los balazos en la espalda, pero como (el agresor) estaba muy cerca, la bala salió e hirió a mi tía en el estómago.

El hombre fue sometido a tres operaciones, dijo, para intentar salvarle la vida, pero los esfuerzos fueron en vano. Ayer por la mañana, el propio canciller Marcelo Ebrard dio a conocer que Juan de Dios se sumaba a los mexicanos asesinados a causa del ataque. Fue el octavo en perder la vida.

Por fortuna logró darle una esperanza a mi tía. Me han dicho que ella está estable, fuera de peligro. Confiamos en que pronto se recupere.

Ramos detalló que la pareja tiene cuatro hijos y varios nietos, quienes viven en El Paso y están pendientes de los sucesos. También están arreglando los trámites (para recuperar el cuerpo de Juan de Dios), al parecer será hasta el miércoles que nos digan cuándo lo entregan.