Clarissa Malheiros protagoniza Kafka, donde estás, están todos los mundos, obra que abrió en la Ciudad de México la edición 15 de Teatro a una Sol Voz–Festival de Monólogos
Martes 6 de agosto de 2019, p. 6
La escenificación de la obra Kafka, donde estás, están todos los mundos, de la compañía La Máquina de Teatro, marcó el comienzo en la Ciudad de México de la decimoquinta edición de Teatro a Una Sola Voz-Festival de Monólogos, después de una gira de tres semanas por varias ciudades del país. El encuentro se realiza en el Centro Cultural del Bosque y concluirá el 10 de agosto.
Kafka... es una creación de Clarissa Malheiros y Juliana Faesler, directoras artísticas de La Máquina de Teatro, a partir de textos del escritor checo, de Walter Benjamin, de Marina Garcés y de Jonathan Safran.
Esa obra interpretada por Ma-lheiros forma parte de la Serie Encarnaciones Filosóficas, que comprende además La hora del diablo, de Fernando Pessoa, y Cuánto pesa una nube, de Antonin Artaud.
Cuánto pesa una nube se estrenará el 18 de octubre
Con Kafka, donde estás, están todos los mundos, y La hora del diablo la compañía con 23 años de trayectoria efectuó una temporada de marzo a mayo en el Centro Cultural del Bosque y el 18 de octubre se estrenará Cuánto pesa una nube en el teatro Santa Catarina.
En las tres obras se abordan‘‘temas fundamentales en este antropoceno que vivimos”, expresa Malheiros entrevistada porLa Jornada al término de la función en la sala Xavier Villaurrutia. Kafka... retoma varios cuentos del escritor checo: Ante la ley, una pequeña fábula de la novela El proceso; Investigaciones de un perro; La metamorfosis e Informe para la academia. La mayoría tiene que ver con animales en la medida en que para la actriz esto ‘‘justo es un tema fundamental de tratar”.
Kafka ‘‘trabajó en torno a esa idea de la fábula antigua por ser una manera de abordar el yo y el otro. Utiliza el animal para pensar la otredad. Al hacer esta división hace un gran cuestionamiento sobre qué es nuestra identidad. Respecto del cuento Investigaciones de un perro uno puede pensar en un judío en los guetos de Praga antes de la Segunda Guerra Mundial. Sería un poco simplista decir que uno se siente un poco menos que un perro; sin embargo, digamos que allí hay un trasfondo en el que Kafka hace hincapié en que nos reconocemos capaces de no valorar al otro. Para esto utiliza la voz del animal”.
En el escenario la actriz alterna el monólogo con los ladridos de un perro. Incluso en cierto momento pide al público que haga eco de sus ladridos, cosa que hace. A media obra entabla un diálogo con los espectadores en cuanto a sus mascotas, incluidos los gatos, al pedir sus nombres y cuánto tiempo llevan con ellos. Para Malheiros es esencial legislar la situación de los animales en México. Apunta que Kafka tenía ‘‘una ética impecable” al respecto. Era vegano, al igual que ella y Faesler.
Malheiros es de la idea de utilizar el teatro como ‘‘un espacio de reflexión muy abierta y directa”, porque es ‘‘una plataforma de diálogo”. Hace referencia a la receptividad que la obra tuvo durante la gira del Festival de Monólogos. ‘‘El público está muy interesado y hay un diálogo profundo. Claro, el entretenimiento es válido, nos divertimos; sin embargo, por otro lado el diálogo más profundo es un estímulo necesario frente al momento que vivimos”.
(El Centro Cultural del Bosque se ubica en Reforma y Campo Marte, Chapultepec Polanco.)