El escenario de descalificaciones y discusiones internas entre los líderes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), que se evidencia con el proceso de renovación de su dirigencia en puerta, es factor preocupante, pues exhibe el riesgo que tiene este organismo político de convertirse en un partido meramente electorero, considera el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ulises Corona.

En entrevista, el politólogo de la UNAM explicó que el partido guinda vive un proceso de prueba para ver si se concreta la consolidación de un grupo político y se dejan de lado los caudillismos para convertirse en profesionales de la política.

Hasta ahora, la actual dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, la presidenta del Consejo Nacional, Bertha Luján, el diputado Mario Delgado y el senador suplente de Ricardo Monreal, Alejandro Díaz Durán, han hecho públicas sus intenciones por dirigir a este partido.

Dichos y revires

Entre ellos, las descalificaciones se han hecho presentes. En recientes días Polevnsky cuestionó el origen de los recursos de Díaz Durán para viajar y criticó a Delgado por no solicitar licencia para apartarse de sus actividades en San Lázaro. Corona expuso que Morena requiere generar nuevos liderazgos para posicionarse al interior del partido. Ello dará oportunidad a la dirigencia de controlar los recursos, así como la estructura político-electoral-institucional.

El especialista explicó que dentro del partido se ha comenzado a manejar la sucesión presidencial, por ello son importantes las pugnas internas.

Lo que preocupa, dijo, es que en este camino Morena deje de lado lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha llamado la Cuarta Transformación y busque sólo los votos. Ello, afirmó, ocurrió en los partidos Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI).

El investigador de la Facultad de Estudios Latinoamericanos (Flacso), Nicolás Loza, explicó que ante el poder que ha ganado este partido, todos quieren comandar el barco.

Según Loza las descalificaciones entre los aspirantes serán utilizadas por sus adversarios, pero en este momento es tan poderoso Morena que no va a ser tan visible el daño.