Sábado 3 de agosto de 2019, p. 18
París. Sin el cambio climático provocado por la actividad humana, las temperaturas que azotaron al oeste de Europa a finales de julio habrían sido entre 1.5 y 3 grados centígrados más bajas, aproximadamente
, según los cálculos de un grupo de científicos publicados ayer.
La aviación del Ministerio de Defensa de Rusia sofocó en dos días 84 incendios forestales en una superficie de 113 mil hectáreas en Siberia, en las regiones de Krasnoyarsk e Irkutsk, informó en un comunicado.
Aviones militares IL-76 efectuaron 34 vuelos y dejaron caer más de mil 400 toneladas de agua sobre los macizos forestales incendiados y los helicópteros Mi-8 arrojaron unas 550 toneladas de agua en más de 100 vuelos.
En Europa se batieron récords de temperaturas en varios países durante esta ola de calor, breve pero intensa: 42.6 grados cenígrados en París y en Lingen (Alemania); 41.8 grados en Begijnendijk, en el norte de Bélgica, y 40.5 grados en el sur de Holanda. La ola de calor llegó hasta Escandinavia.
Sin el cambio climático inducido por los humanos, una canícula tan excepcional como ésta habría tenido temperaturas entre 1.5 y 3 grados centígrados más bajas
, según los investigadores de la red World Weather Attribution.
Los científicos enumeraron los riesgos que entrañan estos episodios: en agosto de 2003 una ola de calor de más de dos semanas implicó una mortalidad de más de 70 mil personas en Europa.
El área de la capa de hielo de Groenlandia que muestra indicios de derretimiento está creciendo a diario y alcanzó un récord de 56.5 por ciento, dijo Ruth Mottram, climatóloga del Instituto Meteorológico danés. Tan solo el miércoles el derretimiento provocó la pérdida de 10 mil millones de toneladas hielo, precisó.