l tirano murió el 20 de noviembre de 1975. Seis días después, su hija Carmen Franco Polo fue distinguida por el rey Juan Carlos con la ‘‘Merced nobiliaria de Duquesa de Franco, con Grandeza de España, para sí, sus hijos y descendientes’’.

Recibió la máxima dignidad en la jerarquía nobiliaria de un país que comenzaba su tránsito hacia la democracia. Pero, como asentó el hoy rey emérito, quería ‘‘dar una muestra de mi Real aprecio y en atención a las excepcionales circunstancias y merecimientos que en ella concurren’’.

El único merecimiento que adornaba a la favorecida era ser hija de quien designó rey a Juan Carlos. Ella murió hace dos años. No negó que su padre hubiera sido un dictador, mas no le gustaba que se lo recordaran pues se lo decían como un ‘‘insulto’’. Cuando ella salía de los actos en recuerdo del tirano, los asistentes hacían el saludo fascista.

Ahora su hija, Carmen Martínez Bordiú, de 66 años, ostenta el título nobiliario de ‘‘Duque de Franco, con Grandeza de España’’. Pagó un impuesto de 2 mil 600 euros y, por ser la mayor, se impuso a sus otros cinco hermanos que le disputaban el título.

Todos ellos tienen desacuerdos por el reparto de la herencia que les dejó su madre: más de 600 millones de euros. Parte de esa herencia está en disputa con la Comunidad de Galicia que reclama una propiedad, Paso de Meirás, que el dictador obtuvo fraudulentamente en 1941 por medio de testaferros. Se la compraron a los herederos de la escritora Emilia Pardo Bazán y se convirtió en residencia oficial de los Franco.

También Galicia busca recobrar el palacio de Cornide, en manos de la familia del dictador. Además, el ayuntamiento de Santiago de Compostela le reclama dos esculturas románicas que formaban parte de la primitiva fachada de la catedral.

En 2011, el monarca cazador de elefantes también instituyó el marquesado Vargas Llosa, en honor del Nobel de Literatura. Es hereditario.

Sería imposible que en Alemania existiera un ducado de Hitler o en Italia un marquesado de Mussolini. Pero en España....