Con el fin de reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de las personas, un grupo de científicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) trabaja en innovadoras aplicaciones de materiales poliméricos que mejorarían baterías, andamios para regenerar tejidos musculares y resinas que ayudan en la descontaminación del agua.

El grupo, liderado por Judith Cardoso Martínez, investigadora del Departamento de Física de la unidad Iztapalapa, explicó que algunas baterías son altamente inflamables, por lo que especialistas en diferentes disciplinas han diseñado un polímero electrolito que en estado sólido posee la capacidad de contener las sales de litio dentro de aquéllas, con el propósito de remplazar las actuales y emplearlas en vehículos eléctricos o híbridos, computadoras, teléfonos celulares, videocámaras y otros sistemas portátiles.

En la ponencia Desarrollo de nuevos polímeros para el futuro, la investigadora –que ha sido acreedora a cuatro patentes nacionales– explicó que se desarrollan otros componentes para construir andamios nanométricos que se implantan en el organismo de los seres vivos para ayudar a la regeneración fisular. Lo que antes se solucionaba con clavos y placas, ahora es sustituido por materiales poliméricos biodegradables que el cuerpo desecha naturalmente al completar su objetivo.

En el ámbito industrial, los biopolímeros también se elaboran a partir del almidón de papa, maíz, trigo o cáscaras de plátano y mango, con los que se remplaza a los petroquímicos y resultan en bolsas de plástico biodegradable que reducen la contaminación del planeta.

Cardoso Martínez señaló que el uso desmedido de los polímeros ha llevado a la contaminación excesiva del planeta, por lo que sugirió a la población retornar al consumo de envases reutilizables, fomentar la utilización de aquellos con menor impacto ambiental y prohibir el empleo de plásticos de un solo uso.