Madrid. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) informó ayer que cerró definitivamente las negociaciones con Unidas Podemos (UP) y explorará nuevas formulas para impedir el adelanto electoral. La vicepresidenta del gobierno, la socialista Carmen Calvo, reconoció la decepción y desconfianza que les genera la formación liderada por Pablo Iglesias después de la sesión de investidura del pasado jueves, en la que UP impidió la formación del que hubiera sido el primer gobierno de coalición desde hace un siglo.

Calvo compareció después del Consejo de Ministros para explicar que la vía de sumar una mayoría parlamentaria con un gobierno de coalición con UP ya la descartaron de plano, que ya no habrá marcha atrás. Se quiere, ante todo, impedir elecciones anticipadas.

Agregó que se intentarán nuevas fórmulas que permitan impedir el adelanto electoral para noviembre, entre ellas la de pedir de nuevo que las dos formaciones de derecha hegemónicas, el Partido Popular y Ciudadanos se abstengan durante una sesión de investidura que desbloquee la legislatura y permita la formación del gobierno, más allá de que ellos mantengan en el futuro una activa oposición a sus iniciativas. Es una opción difícil de que se prospere, vistas las posturas de ambos partidos, de oposición frontal y beligerante contra la izquierda.

Trascendió que Izquierda Unida (IU), que ha sido absorbida por UP y apenas tiene presencia en el debate público, intenta forjar una nueva vía: que el PSOE gobierne en solitario con apoyos parlamentarios del grupo de UP, en lo que sería un gobierno de cooperación, que fue la primera propuesta que presentó Sánchez a Iglesias, sin éxito.