Washington. La economía de Estados Unidos pisó el freno en el segundo trimestre con debilidades en la industria y las exportaciones, aunque la actividad de la mayor potencia mundial es mejor que la de otras economías avanzadas.

El ritmo de crecimiento anual del producto interno bruto (PIB) se redujo a 2.1 por ciento, lo que representa una desaceleración respecto de la expansión de 3.1 del trimestre previo, informó el Departamento de Comercio. Sin embargo, el dato superó el 1.8 previsto por analistas, según la primera previsión del gobierno.

La economía estuvo sostenida por el consumo de los hogares, que creció 4.3 por ciento, su ritmo alto en año y medio. En cambio, las exportaciones cayeron 5.2, su peor retroceso en nueve meses, cuando la administración Trump comenzó su enfrentamiento comercial contra China.

No está mal, tuiteó el presidente Donald Trump, considerando que tenemos colgada del cuello la pesada ancla de la Reserva Federal (Fed).

En medio de un enlentecimiento económico global, la debilidad de la demanda exterior de productos estadunidenses significa que las empresas vendieron menos autos, piezas y equipos industriales. Por otro lado, el castigado sector manufacturero de Estados Unidos redujo también su producción de bienes no duraderos y el comercio mayorista se debilitó.

Datos modificados

El Departamento de Comercio dijo que los datos corregidos mostraron que el periodo octubre-diciembre de 2018 fue más débil de lo informado inicialmente, especialmente en los sectores automotriz y cuidados médicos. En el cuatro trimestre de 2018 el PIB creció sólo 1.1 contra 2.2 por ciento como se había informado en marzo.

En consecuencia, el crecimiento entre el cuarto trimestre de 2017 y el cuarto trimestre de 2018 fue reducido de 3 a 2.5 por ciento.

La revisión a la baja alejó el crecimiento de tasa de 3.1 por ciento que Trump ha señalado como el mejor desempeño económico en 14 años.

La Casa Blanca sostiene que el programa de recorte de impuestos, menores reglamentaciones y reformas en el comercio empujarán a la economía estadunidense a crecer 3 por ciento anualmente en una década. Sin embargo, tras la reforma fiscal el crecimiento se enfrió desde el avance de 2.8 por ciento en 2017.