Aunque la actividad económica se mantuvo sin cambio durante mayo en su comparación mensual, a tasa anual se contrajo 0.3 por ciento, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Según el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), informe que anticipa el comportamiento del producto interno bruto (PIB), al quinto mes del año ésta cayó ligeramente, debido a la contracción de la industria (2.1 por ciento), mientras las actividades primarias y secundarias reportaron un comportamiento positivo: 0.8 y 0.7 por ciento, respectivamente.

Analistas de Banorte indicaron que, en conjunto con la balanza comercial, se prevé que la cifra del segundo trimestre mostrará debilidad. La economía mexicana parece haberse desacelerado más de lo esperado, aseveraron.

En cuanto a las condiciones locales, consideraron que el panorama sigue siendo adverso, con la inversión dando señales de una desaceleración adicional mientras el consumo crece, aunque a tasas menores a las observadas en años previos.

Intercam subrayó que la contracción fue menor a lo estimado; sin embargo, refuerza la debilidad de los números de abril (-1.5 por ciento anual) y las probabilidades de que la economía esté en recesión.

Especialistas de la casa de bolsa recordaron que aún se debe esperar a la publicación de los datos de PIB del segundo trimestre –el miércoles próximo–, aunque pronosticaron que se puede confirmar una recesión y que el Banco de México recortará las tasas de interés antes de que termine 2019.

Expertos de Ve por Más señalaron que el PIB podría recuperarse, aunque en menor medida a lo que esperábamos meses atrás, derivado de que el balance de riesgos ha adquirido un sesgo menos favorable.

Cerca de la recesión técnica

JP Morgan aseveró que el país se acerca a una recesión técnica y revisó el crecimiento del país (de 0.2 a -0.5 por ciento) para el segundo cuarto del año, tras conocer más datos del sexto mes.

Si bien dijo que existe debilidad, admitió que no se distribuye de manera uniforme, pues los sectores más afectados son la minería y la construcción, donde incide mayormente la inversión.

Comentó que la situación empujará al banco central a recortar las tasas.