En la primera quincena de julio la inflación logró revertir los incrementos constantes que tuvo a partir de enero de 2017, cuando se liberaron los precios de los energéticos, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Su avance a tasa anual fue de 3.84 por ciento que logró ubicarla por tercer ocasión consecutiva en el rango objetivo del Banco de México.

Así, el resultado quincenal del Indicador Nacional de Precios al Consumidor es el menor en dos años y medio (desde diciembre de 2016) y va a contracorriente de los datos que advierten un deterioro en la actividad económica.

El componente subyacente –que agrupa a los productos menos propensos a variar– registró un incremento de 0.17 por ciento quincenal y de 3.81 por ciento anual. A la par, se observaron alzas de 0.07 por ciento en los precios de las mercancías y de 0.27 por ciento en los servicios. Los agropecuarios subieron 1.15 por ciento y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno 0.18 por ciento quincenal.

Entre los productos cuyo encarecimiento implicó una mayor presión al INPC se enlistaron el pollo, la cebolla y la gasolina de bajo octanaje. Mientras las ropa de mujer, el tomate verde y el gas doméstico LP fueron a la baja e impactaron en menor medida al indicador.

Por arriba del avance de la inflación nacional, en Oaxaca, Tabasco, Aguacalientes, Nuevo León y Colima los productos se encarecieron más durante la primera quincena de julio. Todos estados con avances arriba de 0.50 por ciento, mientras la media nacional fue de 0.27 por ciento.

Debilidad de la economía

Raúl Feliz, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas, explicó que lo reportado el miércoles por el Inegi es un buen dato, pero la causa de que se haya moderado atiende a varios factores.

Primero la tendencia del indicador a normalizarse tras el “shock del gasolinazo” de 2017, y la devaluación también en el tipo de cambio de hace dos años y medio. Sin embargo, también la baja en la inflación puede estar reflejando la debilidad de la economía mexicana. Pues con el recorte del gasto gubernamental redujo la demanda.