Miércoles 24 de julio de 2019, p. 23
El crecimiento del crédito bancario para este año y el siguiente será de entre 6 y 8 por ciento, cifra que demuestra la desaceleración en el ramo y obedece a la incertidumbre económica y política que vive el país, aseguró Fitch Ratings.
En un reporte, la calificadora de riesgos indicó que los bancos mexicanos enfrentan un aumento de la incertidumbre política y económica.
Aunque esos factores se ven a menudo en el año posterior al cambio de gobierno, hoy el aumento de la incertidumbre política en relación con las modificaciones anteriores podría exacerbar esos retos.
Mientras los bancos de México son rentables y están bien capitalizados, la desaceleración cíclica de la confianza de los consumidores, las inversiones y las empresas puede presentar crecientes riesgos crediticios a la baja para bancos e instituciones financieras no bancarias.
Reiteró que el crecimiento real de la economía para este año será de uno por ciento.
En general, la contracción en la inversión fija ha sido el lastre clave en la economía. La producción del sector, en particular, pesa sobre el crecimiento. Además, la confianza empresarial en la fabricación, la construcción y el comercio se ha mantenido relativamente estable desde la elección
, apuntó.
Otros factores
Expuso que la confianza del consumidor ha sido más volátil en estos seis meses, y que los datos más recientes del Banco de México indican que los préstamos familiares han sido menos resistentes
y se han desacelerado más rápidamente que los comerciales, reflejando el consumo, las tendencias de confianza y el apetito de riesgo reducido de los bancos, en medio de un entorno operativo desafiante.
Esperamos que el crecimiento del crédito permanezca bajo presión, en el rango de 6 a 8 por ciento para 2019 y 2020 en valores nominales. El crecimiento crediticio fue de 8.3 por ciento a mayo de 2019, y se desaceleró de los niveles de crecimiento de 13 a 14 por ciento vistos tan recientemente en 2015 y 2016.
Fitch dijo que el potencial de crecimiento de los créditos a mediano plazo sigue apoyado por la baja penetración financiera, lo cual ha permitido a los bancos seguir prestando, incluso en condiciones difíciles.
Positivamente, la calidad crediticia se ha mantenido bajo control y los bancos apuntan al crecimiento a través de la venta cruzada de productos a clientes. Pero han reducido la exposición a tarjetas de crédito y otros préstamos de consumo no garantizados en lugar de asegurar créditos de nóminas, automóviles o hipotecas
, manifestó.