Martes 23 de julio de 2019, p. 19
La captación bancaria –los recursos que los bancos obtienen mediante sus instrumentos como las cuentas de cheques o de ahorros o depósitos a plazo fijo– tuvo en mayo su menor crecimiento desde finales de 2013. Lo anterior, como reflejo de la constante caída del ritmo de actividad económica y los riesgos tanto en materia comercial, como de política económica, aseguró BBVA México.
En un reporte, la institución detalló que el menor dinamismo en el segmento de recursos fue casi generalizado y refleja cómo, en la medida en que la debilidad de la economía se ha acentuado, su impacto negativo empieza a predominar sobre el impulso que los niveles elevados de las tasas de interés ejercieron sobre el crecimiento de los depósitos de los clientes.
El descenso de la tasa de crecimiento anual de la captación tradicional a niveles de 2.9 por ciento en términos reales al mes de mayo, fue resultado del menor ritmo de ahorro por parte de las empresas, el cual influyó, sobre todo, en un menor ritmo de crecimiento de su captación a plazo, que se ubicó en 8 por ciento real a tasa anual. Las empresas también incrementaron sus depósitos a la vista a un menor ritmo
, explicó BBVA Research, área de investigación de la institución.
Crecen depósitos de alta liquidez
Consideró que lo anterior fue más que compensado por el crecimiento de los depósitos de alta liquidez por parte de las personas, con lo que el segmento de depósitos a la vista cayó 0.4 por ciento real a tasa anual en mayo.
Los indicadores económicos disponibles hasta junio, sobre todo la creación de empleo formal, anticipan que la debilidad económica podría extenderse, lo cual, aunado a las expectativas de recorte de las tasas de interés durante la segunda mitad del año, permiten afirmar que las posibilidades de revertir la tendencia a la baja de captación tradicional son limitadas
, detalló el banco.
BBVA agregó que la captación a plazo lleva dos meses con caída generalizada, lo que es reflejo del actual contexto de desaceleración económica, mismo que pudiera dar lugar a una profundización de la tendencia a la baja, sobre todo, en la medida que los agentes económicos utilicen sus ahorros como alternativa para compensar la debilidad en el dinamismo de sus ingresos.