Directores y profesores señalaron que durante muchos años la escuela pública mexicana de educación básica impulsó la enseñanza musical y la formación artística integral a través de la danza, la música y el teatro, por lo que no se requiere copiar modelos pedagógicos generados por la iniciativa privada o de organizaciones civiles como la Asociación Azteca Amigos de la Cultura y del Arte, la cual incluso tiene señalamientos de haber recibido durante una década más de mil 600 millones de pesos del erario para impulsar su labor altruista.

La Secretaría de Educación Pública anunció la semana pasada que en el próximo ciclo escolar 2019-2020 aplicará el programa de Educación Musical y Orquestas Escolares Nueva Escuela Mexicana, mediante el que busca crear 500 orquestas con alumnos de primaria y secundaria en todo el país, tomando como base el modelo de enseñanza musical Esperanza Azteca.

La citada organización también otorgará en comodato el uso de cerca de 6 mil instrumentos y aportará un sistema de control de gestión para el seguimiento de las orquestas.

De acuerdo con un reporte de la Secretaría de Hacienda para el tercer trimestre de 2017, sólo entre enero y septiembre de ese año la Asociación Azteca Amigos de la Cultura y las Artes, AC recibió más de 92.6 millones de pesos de la Secretaría de Cultura para operar el funcionamiento de las orquestas sinfónicas Esperanza Azteca en diversos estados.

Los fondos también se canalizaron para apoyar la formación musical de niños y jóvenes de escasos recursos; llevar a cabo conciertos, giras y presentaciones; alquilar espacios para operar, capacitar a maestros, coordinadores y directores de la orquesta, así como mantener y operar el software de apoyo a la educación en este rubro y de control.

Formación

En entrevista, profesores y directores de educación prescolar, primaria y secundaria señalaron que “cuando logramos construir un proyecto educativo propio, las escuelas tuvieron educadores musicales.

Eran maestros normalistas que tenían conocimiento musical y con el tiempo llegaron profesores del Instituto Nacional de Bellas Artes. En los prescolares había piano y salón de espejos donde, a través del juego, se inicia el contacto con la música.

En las escuelas normales, agregaron, recibíamos una materia de formación en música, porque siempre se tuvo la visión de ofrecer una educación integral a los alumnos por medio de la música, pero también del teatro y la danza. Ahora se pretende aplicar un modelo creado por la iniciativa privada que responde a sus intereses, sin siquiera intentar recuperar la riqueza pedagógica que se construyó en nuestras escuelas, que incluye la formación musical de los alumnos.

La creación de la orquesta Azteca puede ser una ocurrencia sexenal, dijeron, cuando lo que se requiere es una propuesta transversal en los contenidos curriculares, lo que demanda un programa educativo que incluya los contenidos musicales y de artes, pero también la contratación de maestros que ofrezcan estos saberes y la recuperación en las normales de los espacios pedagógicos de formación integral de docentes.