En una sesión en la que Morena defendió que hay avances en materia económica y la oposición reclamó que la economía no se maneja con arbitrariedades, ocurrencias u otros datos, la Cámara de Diputados ratificó el nombramiento presidencial de Arturo Herrera Gutiérrez como secretario de Hacienda.

Sólo los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática votaron en contra, así como dos diputados de Morena: el presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, Eraclio Rodríguez, y Lorena Jiménez. En total fueron 341 votos en favor y 74 en contra, y sólo dos abstenciones, las de Inés Parra y Lorena Villalvazo, también de Morena.

Herrera, que durante la sesión esperó en el salón de protocolo adjunto al de plenos, tomó protesta arropado por los legisladores de Morena, en un tumulto que provocó la molestia del presidente de la cámara, Porfirio Muñoz Ledo.

Éste demandó a sus compañeros de bancada mantener el orden y, ante el desdén que le brindaron, les reclamó el modo de antaño, igual al del PRI que creó un régimen político para la eternidad. Ante el desorden, insistió: ¡Orden, por dignidad parlamentaria!

Durante la discusión del dictamen, el secretario de la Comisión de Hacienda, Carol Antonio Altamirano (Morena), ponderó que el nombramiento de Herrera permitirá redefinir los términos de la relación de esta cámara con la agenda de las finanzas públicas del país y revisar la compleja situación económica, que proviene de herencia de políticas equivocadas de más de 30 años.

Incluso señaló que existen datos alentadores sobre el rumbo de la economía, entre otros, que el precio de la gasolina Magna no ha subido, a pesar del sacrificio de recursos fiscales que ello implica. Se acabó el atraco a los mexicanos, señaló.

Frente a la postura de otros diputados de Morena, que reivindicaron el fin del neoliberalismo, en tribuna la diputada Érika Sánchez (PRI) afirmó que después de escuchar la comparecencia de Herrera ante la Comisión de Hacienda, su grupo parlamentario está tranquilo, porque (Herrera) tiene la misma visión de los secretarios de Hacienda de este país de los 30 años recientes. El martes quedó más que claro que el neoliberalismo y sus fundamentos aún despacharán en Palacio Nacional. Su preparación académica en una de las universidades que forma a los más altos cuadros de los gobiernos neoliberales (la de Nueva York) es prueba de ello, sostuvo.

El panista Carlos Valenzuela sostuvo que en diciembre su bancada votó por Carlos Urzúa al considerar que podría ser una voz de sensatez en el torbellino de ocurrencias llamado Cuarta Transformación.

Su compañero de bancada Miguel Riggs declaró que la soberbia del Presidente nos obliga a votar en contra de la ratificación y preguntó si Herrera permitirá que se tomen decisiones de política pública sin sustento o con evidencia libre de todo extremismo.

El petista Óscar González Yáñez expresó que todavía hay quien piensa que el Presidente se equivocó al nombrar a Urzúa: quien se equivocó fue Urzúa al pensar que podría llevar al Presidente a políticas neoliberales. ¡Al neoliberalismo lo vamos a sepultar!