Quito. Gran Bretaña reiteró ayer la garantía de que no extraditará al fundador de Wikileaks, Julian Assange, a algún país donde pueda ser sometido a la pena capital por la filtración de miles de documentos clasificados de diversas naciones, especialmente de Estados Unidos.

De visita en Ecuador, Alan Duncan, ministro para las Américas y Europa de la cancillería británica, aseguró que su gobierno también garantiza un correcto tratamiento legal en los procesos judiciales en curso contra Assange y que su salud está siendo cuidada.

Assange utilizó la embajada ecuatoriana en Londres como un centro de operaciones para interferir en las elecciones estadunidenses de 2016, donde recibió materiales potencialmente hackeados por los rusos, de acuerdo con documentos obtenidos por la cadena de noticias CNN.

Mientras estuvo asilado, el activista se reunió con rusos y piratas informáticos de clase mundial en momentos críticos de la campaña estadunidense, a menudo durante horas, revelaron los reportes de vigilancia que realizó una empresa española, UC Global, contratada por Quito, a los que CNN tuvo acceso. Los registros destacan que Assange publicó algunos de los materiales hackeados directamente desde la embajada, donde residió por siete años. En octubre de 2016, Wikileaks filtró los correos electrónicos de la campaña de Hillary Clinton, un mes antes de la elección presidencial.