El Museo de la Cancillería es la ultima escala de la exposición De la tierra al cielo: pintores juegan rayuela con Cortázar, iniciativa del fotógrafo Rogelio Cuéllar y la editora María Luisa Passarge, que comenzó hace seis años y se ha montado en 11 ciudades en América Latina y México.

Consta de cinco grandes rayuelas o aviones, como se llaman en México; los retratos fotográficos de los 55 artistas participantes, igual número de dibujos de ‘‘rayuelitas” individuales y fragmentos de los textos incluidos en el catálogo.

En entrevista con La Jornada, Passarge, directora de la La Cabra Ediciones, relata que en febrerode 2013 comentó a Cuéllar que ese año se cumplía medio siglo de la primera edición de Rayuela, obra de Julio Cortázar. El fotógrafo sugirió tomar como base el homenaje que se rindió en México al escritor tras morir en 1984: un gran acto llamado París se quedó sin Julio, con múltiples actividades: conferencias, ciclos de cine y programas de radio a la vez que Juan García Ponce armó una rayuela pictórica con 22 artistas.

Cuéllar se dijo ‘‘50 años, entonces cinco rayuelas y 50 artistas –cinco por casilla–’’; sin embargo, esa iniciativa creció porque muchos deseaban participar y fue posible incluir cinco más, pues añadieron una casilla, la de tierra, como en el dibujo original de la primera portada y como se juega en Argentina. En México es del uno al 10, que significa llegar al cielo.

Las ‘‘rayuelitas” surgieron así: ‘‘Conforme cada artista entregaba su cuadro, Rogelio lo retrataba; había una mesa con pinturas, lápices de color y un cuaderno de dibujo, pues en lo que pasaba uno a la foto, al otro le decíamos, ‘dibújanos una rayuelita’”, explica Passarge. Éstas se exhiben junto a cada retrato e ilustran la portada del catálogo.

Rayuela detona otra muestra

Debido a que la mayoría de personas están de acuerdo en que la primera edición de Rayuela apareció en junio, la muestra De la tierra al cielo: 50 años de Rayuela se abrió en la galería de la librería Rosario Castellanos ese mes de 2013 y luego se montó en el Hay Festival en Xalapa, Veracruz.

Después resultó que en 2014 se conmemoraba el centenario natal de Cortázar. Cuéllar y Passarge presentaron su iniciativa a la Secretaría de Relaciones Exteriores, que la retomó. Para su itinerancia en varios países latinoamericanos el titulo cambió a De la tierra al cielo: cien años con Julio Cortázar.

Cuéllar y Passarge tienen las obras en comodato con los artis-tas, y aunque la finalidad es vender la colección, lo ideal es que las cinco rayuelas permanezcan juntas.

Rayuela ha generado otra iniciativa aún más ambiciosa: Tabla periódica de los elementos. ‘‘Invitamos a 118 artistas, científicos, músicos y fotógrafos. Mandamos hacer bastidores de 60 por 60 centímetros y designamos a cada quien un elemento. Vicente Rojo, por ejemplo, escogió el cobre porque le atrae mucho”, explica Cuéllar.

La exposición Tabla periódica de los elementos será inaugurada el 18 de septiembre en el Museo Universum de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aunque un adelanto fue presentado en el reciente El Aleph. Festival de Ciencia y Arte. Passarge comparte que ese proyecto surgió en 2015, cuando murió Oliver Sacks. La exposición está dedicada al neurólogo y escritor. ‘‘Al leer su autobiografía nos enteramos de que era fan de la Tabla periódica de los elementos. Y como pasó con Rayuela, nos propusimos hacer algo con ella. Desde 2015 pensamos cómo serían los bastidores, hicimos nuestro listado de artistas. A principios de 2018 nos enteramos de que la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) había declarado 2019 el año internacional de la Tabla periódica de los elementos”.

Cuéllar apunta: ‘‘ya teníamos el trabajo adelantado. Entonces salió una convocatoria UNAM/Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de ciencia, arte y tecnología. Inscribimos el proyecto y nos apoyaron”.

Junto con De la tierra al cielo: pintores juegan rayuela con Cortázar, también fueron inauguradas las exposiciones Cruzando el puente entre México y China, con curaduría de Elizabeth Ross, así como Hidden truth, de la pintora mexicana Beatriz Morales, las cuales concluirán el 23 de agosto. (El Museo de la Cancillería se ubica en República de El Salvador 47, Centro.)