El ex rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Hugo Aboites Aguilar, afirmó que en ninguna de las 86 obras contratadas durante su gestión, la contraloría interna ha reportado un sólo indicio de falta grave relacionada con actos de corrupción como desvío de recursos.

En entrevista, admitió que sí hubo un retraso en la ejecución de los trabajos, derivado del incumplimiento de las empresas, y aunque en algunos casos se impusieron las sanciones correspondientes, en los que ameritaba la rescisión del contrato, se determinó no hacerlo para evitar ir a un proceso judicial que significará la suspensión indefinida de esas obras que la comunidad reclamaba.

Señaló que una semana antes de finalizar su administración se habían concluido 61 obras y ocho más tenían un avance de 75 por ciento y que de los 300 millones de pesos presupuestados para su realización se había pagado o estaban comprometidos poco más de 257 millones.

Luego de que el Consejo Universitario (CU) informara que investiga un presunto fraude que involucra a una veintena de funcionarios desde la gestión de Aboites Aguilar hasta la de Galdino Morán López relacionado principalmente con el tema de obras, explicó que el retraso se debió a que en varios casos las empresas solicitaban pagos adelantados y para presionar a la universidad utilizaron un juego político, en el que disminuían la planta laboral o incluso dejando de trabajar.

Subrayó que lo anterior no elimina que haya habido errores de procedimiento, que se consideran como faltas leves, sobre todo si se toma en cuenta que el área encargada, la Coordinación de Obras de la universidad, estaba acostumbrada a manejar un presupuesto hasta de 12 millones de pesos al año y de repente se le asigna un monto superior.

Por ello, ante el supuesto fraude denunciado por el CU, Aboites expresó que en ninguna de las auditorías que se han realizado a la universidad a lo largo de su historia en distintos temas ha aparecido un documento donde se muestre con toda claridad malversación de recursos, e incluso, agregó, en el proceso que se le inició a Morán López para destituirlo de la rectoría se desecharon los cargos relacionados con esas obras, es decir, no existe una prueba específica que materialice ese supuesto fraude.