Chernóbil y las voces de Svetlana Alexiévich
n el vigesimoséptimo congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, celebrado en marzo de 1986, Mijaíl Gorbachov defendió la utilización y la seguridad de la energía nuclear para usos pacíficos y como una forma de relanzar la economía que atravesaba por una severa crisis.
Un mes después, el 26 de abril, explotó en Ucrania el reactor 4 de la central nuclear de Chernóbil.
Ahora una serie de 330 minutos de la productora HBO ofrece una descarnada visión de esa enorme tragedia que causó la muerte y enfermedades a miles de personas y sigue afectando a la población y el medio ambiente de Ucrania, Bielorrusia y Rusia. Es, además, una llamada de atención sobre lo que puede ocurrir cuando el presidente estadunidense Donald Trump juega con fuego en sus relaciones internacionales, especialmente con Irán.
La serie en buena parte se basa en el libro Voces de Chernóbil, en el que Svetlana Alexiévich, premio Nobel de Literatura, narra el drama que vivió la población por la negligencia de un aparato burocrático que trató por todos los medios de esconder los alcances y la verdad de lo ocurrido, las contradicciones entre el aparato burocrático y científico responsable de enfrentar ese drama.
La serie de HBO no ha sido del agrado del gobierno ruso. La considera parcial, digna de la guerra fría. Por eso anuncia una para contar su versión. Sin embargo, despierta entre las nuevas generaciones y las que entonces no supieron los alcances de la tragedia, la necesidad de repensar el futuro del planeta. O como apunta la Nobel bielorrusa, no es viable la filosofía de ‘‘vivir a costa de la naturaleza’’. Por el contrario, hay que regresar al principio de ‘‘vivir en la naturaleza’’.
Cabe recordar a un mexicano ilustre que yacevirtualmente en el olvido: eldiplomático Alfonso García Robles, distinguido en 1982 con el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en favor del desarme nuclear. Y también que, pese a sus severas limitaciones económicas, Cuba atendió a más de 5 mil afectados por la radiación que produjo Chernóbil.