Miércoles 10 de julio de 2019, p. 34
La edad promedio en que las mexicanas experimentan la menopausia es a los 47.9 años, señaló Cuauhtémoc Celis González, vicepresidente de la Federación Mexicana de Colegios de Obstetricia y Ginecología (Femecog), quien destacó que 60 por ciento de las mujeres experimentan síntomas vasomotores o bochornos, los cuales pueden llegar a durar más de una década.
En conferencia de prensa conjunta con Imelda Hernández, especialista en ginecología endócrina y menopausia, precisó que otra de las situaciones que enfrentan las mujeres en la menopausia es el aumento de peso, debido a la acumulación de grasa.
Por ello una mujer estándar puede subir dos kilos por año, y si se descuidan demasiado pueden llegar a ser siete
. Y es que el metabolismo se hace más lento en esta época, por lo que recomendaron tener una dieta saludable y hacer ejercicio de forma regular.
Señalaron que los bochornos son un fenómeno vascular asociado a la deficiencia de estrógenos. Cuando ocurren 14 hormonas se elevan
.
Para tratarlos sostuvieron que el estándar de oro es la terapia hormonal
y añadieron que también se ha descrito que la paroxetina (un antidepresivo) ha evidenciado utilidad.
Por el contrario situaciones que intensifican los síntomas vasomotores son comer demasiado, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el hipertiroidismo y el aumento de la masa grasa.
Los bochornos suelen manifestarse alrededor de cinco años antes de la última menstruación.
Explicaron que la menopausia no es un etapa, sino el cese permanente de la menstruación, que puede confirmarse después de 12 meses de ausencia de sangrado menstrual (amenorrea).
Añadieron que en este proceso natural de envejecimiento, las mujeres van disminuyendo la producción de estrógeno, lo cual también origina sequedad vaginal, insomnio, irritabilidad y cambios de humor, entre otros.
Celis González explicó que los estrógenos son las hormonas sexuales femeninas que se producen en el ovario y al menos 400 receptores diferentes del cuerpo los reciben para actuar a nivel cerebral, piel, mucosas, huesos, corazón y glándulas mamarias, entre otras
.
Hernández, quien es profesora de posgrado en la UNAM, dijo que la caída drástica en la producción de estrógenos implica la pérdida de la protección natural frente a enfermedades cardiovasculares y osteoporosis, así como alteraciones del sueño y disminución del deseo sexual.
La disminución de estrógenos después de la menopausia aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón, pues dicha hormona está relacionada con los niveles de colesterol bueno y malo. En el caso de los huesos puede causar pérdida de la masa ósea, debido a que la reabsorción del hueso va más rápido que la construcción de éste, por lo tanto, las mujeres llegan a desarrollar osteoporosis
.