Miércoles 10 de julio de 2019, p. 26
Buenos Aires. La conmemoración de los 203 años de la declaración de la independencia argentina estuvo marcada por una sucesión de hechos como la muerte del ex presidente Fernando de la Rúa, velado en el Congreso; el discurso del gobernante Mauricio Macri comparándose con los héroes independentistas; un desfile militar en esta capital, donde aparecieron carteles por la libertad de los militares detenidos señalados por crímenes de lesa humanidad durante la pasada dictadura, y una brutal represión policial alrededor del Obelisco contra movimientos sociales, que intentaban repartir comida y colchones a familias que duermen en las calles.
En este último caso, la cantidad de gases para impedir la instalación de una carpa en el Obelisco afectó alimentos, después de la detención de dos manifestantes. El resto siguió resistiendo a un muro de policías forcejeando con mujeres y hombres a los que quitaron los colchones que iban a repartir. Finalmente las organizaciones sociales encabezadas por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular lograron una mediación y en la noche instalaron dos mesas para repartir comida. También hubo ollas populares, colectas y reparto de donaciones.
Muy cerca, en el Congreso, fue velado De la Rúa, quien murió después de estar internado por problemas cardiacos. De la Rúa llegó a la presidencia al frente de una alianza con sectores de izquierda moderada en 1999, para renunciar apresuradamente el 20 de diciembre de 2001, alejándose en helicóptero de la casa gubernamental, huyendo de la rebelión popular que dejó 39 muertos en todo el país por la represión entre el 19 y el 20 de diciembre, y la crisis económica más profunda en la historia nacional.
Toda la dirigencia política hizo llegar sus condolencias y el gobierno dispuso tres días de duelo nacional. Macri concurrió durante 15 minutos a saludar a la familia, entre su participación en Tucumán del acto por la independencia en la mañana y en el desfile en esta capital, que comenzó al mediodía.
Las familias de las víctimas de 2001 recordaron que no ha habido justicia para los suyos ni para millones de argentinos que lo perdieron todo.
En la mañana, Macri estuvo en Tucumán, provincia del mismo nombre, que fue sede de la declaración de independencia el 9 de julio de 1816 y en breve discurso comparó a su gobierno con los héroes independentistas. Hoy vemos esa época como muy lejana y a esas mujeres y esos hombres como próceres inalcanzables, pero no eran tan distintos a lo que somos los argentinos hoy. Ellos cambiaron el futuro igual que nosotros. Hoy la Argentina nos exige ese mismo grado de grandeza. Ellos sabían que había dificultades y que muchos se oponían, pero actuaron desde la convicción. Sabían que era sólo el comienzo, igual que nosotros. Como nos pasa a nosotros, esa transformación era para siempre
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Macri no concurrió al Tedeum de Tucumán cuyo arzobispo, Carlos Sánchez, advirtió sobre la pobreza y sus consecuencias remarcando que la inequidad social también es violencia
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