A 15 años de que la Casa Estudio Luis Barragán fuera declarada patrimonio mundial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), los arquitectos José Vigil Herrera y Jorge Gamboa de Buen, así como Catalina Corcuera, directora del inmueble, reflexionaron el jueves pasado sobre el valor de la construcción, el legado y la memoria estética del premio Pritzker 1980.

En la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, Catalina Corcuera recordó todo el proceso de inscripción que convirtió a la Casa Luis Barragán en la primera construcción del siglo XX en México en ser considerada patrimonio de la humanidad en julio de 2004.

Explicó que todo comenzó en 1988, cuando los creadores de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán lograron convencer al gobierno de Jalisco y al entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de asociarse para la adquisición de ese patrimonio nacional y custodiarlo a lo largo del tiempo.

Relató que posteriormente contaron con asesoría para que la casa edificada en 1948 en el barrio de Tacubaya mantuviera su integración con el entorno natural.

Dijo que la casa alberga colecciones valiosas que pertenecieron al arquitecto; su amplia biblioteca; más de 300 pliegos de papel de china con obras de Chucho Reyes; fotografías de Rosa y Miguel Covarrubias, artista amigo de Barragán; correspondencia con amistades; documentos profesionales; dibujos, y objetos personales del arquitecto.

La casa es una de las más importantes del mundo; una casa arquitectónica del siglo XX con importancia internacional que cada año recibe a mucha gente y que nos ha llevado a tener visitas controladas y un cuidado extremo del edificio.

Corcuera añadió que para mantenerla, la casa abrió sus puertas a programas de arte contemporáneo, como el de la Estancia Femsa, para que no fuera un espacio sólo de programas arquitectónicos.

En su intervención, José Vigil destacó los valores que la Unesco reconoció en la casa de Barragán y se refirió a los conceptos de belleza, silencio, serenidad, alegría y soledad que el arquitecto refleja en su obra. Explicó que esas palabras, que en las escuelas de arquitectura no se usaban, guiaron el quehacer arquitectónico de Barragán.

“También es importante ver la relación que hace Luis Barragán entre el exterior y el interior. Para él, los jardines son parte de la arquitectura, no hace la distinción que hacemos muchos o que se conoce en la arquitectura de paisaje.

Un valor muy importante que la Unesco reconoció es esa conexión entre la arquitectura tradicional mexicana que él vivió de joven, con la arquitectura de la modernidad que le tocó en los años 20, expresó Vigil.

Destacó que Barragán en su obra interpretó ese paso de la tradición a la modernidad sin perder los valores de una y otra, pues la idea era que el habitante de ese espacio elevara su nivel de vida.

Jorge Gamboa de Buen expresó que la declaratoria de patrimonio de la humanidad potenció el prestigio y el cuidado del inmueble. Sostuvo que la Casa Luis Barragán es una historia de la arquitectura y de las leyes e instituciones que se dedican a la protección del patrimonio.

Gamboa refirió que con el tiempo es cada vez más reconocido en el pensamiento de los arquitectos y su arte conceptual se conoce a través de la casa y programas como Estancia Femsa, que termina este año y del cual se recopilarán en un libro todas las exposiciones. Adelantó también que se planea un taller de reflexión en torno a la gestión del espacio que le ha permitido mantenerse.

Al finalizar la charla sobre los 15 años de la declaratoria de patrimonio de la humanidad se inauguró una exposición fotográfica sobre la Casa Estudio Luis Barragán que el público podrá visitar de manera gratuita en el Museo Nacional de Arquitectura, que se ubica en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes.

La muestra, que tendrá una duración de dos semanas, está conformada por 29 fotografías, planos de la construcción, videos e imágenes personales de Luis Barragán.

Las fotografías del arquitecto-fotógrafo Alberto Moreno muestran cronológicamente toda la obra de Luis Barragán en la Ciudad de México.