Lunes 1º de julio de 2019, p. 4
Londres. Gran Bretaña ama la tradición, y los Yanquis de Nueva York concluyeron el primer viaje de Grandes Ligas a Europa con una de sus tradiciones más reconocidas en el deporte: remontar en los últimos innings.
Un duelo inédito, pues en dos días ambas novenas anotaron en total 50 carreras y tuvieron casi 60 mil asistentes por partido. Un encuentro que lo mismo convocó al delantero mexicano Javier Hernández para ver jugar a su compatriota Luis Cessa en el montículo de los Yanquis, además de la asistencia de algunos integrantes de la familia real británica.
Cessa tuvo labor en cuatro entradas para ser parte de la victoria.
El dominicano Gary Sánchez conectó un sencillo productor de dos carreras para poner adelante a los neoyorquinos en un séptimo inning de nueve carreras, y los Yanquis superaron una desventaja de cuatro anotaciones para vencer el domingo 12-8 a los Medias Rojas de Boston para una barrida de dos juegos en el histórico viaje al otro lado del Atlántico.
Con la victoria de los Yanquis de 17-13 del sábado, los equipos anotaron 50 carreras, cuatro más que su marca de anotaciones previa en partidos consecutivos.
Ante un lleno de casi 60 mil aficionados en el Estadio Olímpico, los Medias Rojas, campeones defensores, comenzaron brillantemente en la tarde soleada vistiendo sus jersey rojos alternativos. Xander Bogaerts, J.D. Martínez y el puertorriqueño Christian Vázquez se convirtieron en el primer trío de bateadores de Boston en cuatro décadas en conectar jonrones en el primer inning, consiguiendo una ventaja de 4-0 contra Stephen Tarpley, quien tenía su primera apertura en Grandes Ligas.
Después de un juego que duró cuatro horas y 24 minutos Boston tuvo un Brexit deprimente. Los campeones de la Serie Mundial cayeron 11 juegos detrás de los Yanquis, que ganaron por décimo tercera vez en 14 juegos y mejoraron su marca a 6-1 contra Boston.