Crece audiencia de plataformas
Martes 25 de junio de 2019, p. 33
Aunque algunos no son nuevos en plataformas de la comunicación digital, a partir de las conferencias de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador proliferan vloggers y canales informativos en YouTube y Facebook.
Asistan o no al ejercicio de comunicación cotidiano del jefe del Ejecutivo (para eso se transmite en vivo en varios medios oficiales), quienes ya son o aspiran a convertirse en influencers en el ámbito informativo tienen como principal característica –la mayoría– no vacilar en su línea editorial. Están en favor o en contra del gobierno principalmente, y siempre con el objetivo de sumar suscriptores y visitantes (views). Y monetizar, por supuesto.
Estos actores digitales –vloggers, YouTubers– con frecuencia son también figuras protagónicas acreditadas como periodistas en Palacio Nacional.
Desde sus canales y páginas no pocas veces se arrogan el derecho y la libertad de censurar, hacer señalamientos y juicios severos a otros reporteros y comunicadores de los medios tradicionales asignados a cubrir a López Obrador.
Hay casos en que la propia conferencia mañanera
ha sido el escaparate desde el cual algunos, tras alcanzar notoriedad por sus formas de intervenir o preguntar cuando el mandatario les da la palabra, han abierto incluso sus propios canales en estos meses. De ese modo, apegándose al número de suscriptores que registran sus medios, se consideran influencers.
Sobre todo en YouTube siguen la práctica usual de los canales juveniles: se difunden, elogian, invitan y entrevistan unos a otros. A veces también se atacan.
Esta multiplicación de sitios en Internet ha sido estimulada por la actual política de comunicación social: una inédita y amplia apertura a la actividad de comunicadores de Internet, reporteros provenientes de las entidades del país y freelancers que hasta el sexenio pasado tuvieron un acceso muy restringido a las actividades presidenciales.
En favor de los medios digitales ha actuado sobre todo el creciente consumo de ese tipo de contenidos y el bajísimo o prácticamente nulo costo de producción.
No poco de ellos tienen su sede fuera de la Ciudad de México. Sus contenidos se arman en Chicago, como ocurre con Sin Censura. En Tabasco está la oficina de El Chapucero; en Campeche se hace Campechaneando, y en Jalisco, Nopal Times, por citar algunos.
Influencers hay también que desde los contenidos informativos han hecho crecer su popularidad e ingresos, como El pulso de la República y Callo de Hacha.
Estos son casos de éxito a los cuales la televisión y la radio han contratado para que, en uso de su gran aceptación en redes sociales, incrementen la audiencia de los medios tradicionales
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