Río de Janeiro. Uruguay ganó 1-0 un duelo exquisito a la selección chilena, que tuvo ligeros momentos de dominio en un estadio mítico para los celestes: el Maracaná. Gracias al tanto de Edinson Cavani se adjudicaron la cima del grupo C, con siete puntos, dejando en segundo puesto a la Roja, con seis. Japón, tercero con dos unidades, empató 1-1 ante Ecuador, último con un punto.

De esta forma, los cuartos de final de la Copa América son: Brasil contra Paraguay, Perú ante Uruguay, Chile frente a Colombia y Venezuela contra Argentina.

El liderato del sector C estaba en disputa. Chile daba ligeras muestras de superioridad, producto de cierta calma porque con seis puntos sólo necesitaba un empate para asegurar la cima. Uruguay tenía la presión encima: con cinco unidades estaba obligado a ganar.

El juego se convirtió en una verdadera lucha insistente en la que no se podía distinguir el dominio de ninguna escuadra. Los equipos estaban bien plantados en el campo; se desplegaban veloces al ataque y se replegaban de inmediato para recuperar o impedir el avance. Ante esa lógica, las intentonas de gol fueron escasas. Quizá la más clara la tuvo Luis Suárez, quien en una carrera individual entró al área, pero la pelota se le fue un poco de más, y casi al final de la línea, con el portero chileno y un defensa apretando, disparó sin ángulo y apenas consiguió un tiro de esquina.

Al volver del descanso, regresaron como si en el segundo tiempo se jugaran la vida. El partido era digno de un Mundial: orgulloso, peleado, táctico y ofensivo.

Uruguay atacó más. Chile, sin embargo, estuvo a punto de sorprender cuando Paulo Díaz remató, pero el balón se fue desviado.

A nueve minutos del final, en el cobro de una falta, Jonathan Rodríguez recibió rápido la pelota y sin titubeos la envió casi a la media luna, donde Cavani remató de cabeza. En el otro partido los goles fueron de Ángel Mena (delantero del León) y Shoya Nakajima.