Sin que fueran aclaradas decenas de las 5 mil 400 dudas que empresas y laboratorios de la industria farmacéutica expresaron al gobierno federal sobre la compra consolidada de unas 3 mil 200 claves o medicamentos, material de curación y productos sanitarios que requiere el sector salud, este lunes se llevará a cabo la apertura de propuestas económicas.

Patrick Devlyn, presidente de la comisión de salud del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), no descartó que queden desiertas las compras de varios medicamentos y productos, pues muchas empresas de plano decidan no participar por los precios, los plazos de entrega y de pago, así como la distribución, lo que podría causar desabasto de algunos productos.

La industria está bastante preocupada sobre su participación y cumplimiento con los requerimientos de la licitación. Lo último que quieren las empresas es ser señaladas como las que provoquen un desabasto cuando hemos hecho lo posible para contribuir a que se ejecute con éxito este nuevo modelo de adquisición de medicamentos. Por eso prevalecen dudas en participar, por temor a incumplir y cosechar penalizaciones económicas y sociales, porque serán señalados como la causa del problema, dijo Devlyn a La Jornada.

Planteó que otra posibilidad es que varias claves sean asignadas a corporativos de otros países con fármacos más baratos, pero de menor calidad, lo que para la industria nacional implicará un descalabro, pues afectará sus inversiones, se perderán empleos [...] y pagarán menos impuestos.

Advirtió que por reducir costos, las autoridades pretenden sustituir medicamentos por otros de calidades distintas o inferiores o al menos de menor efectividad para combatir enfermedades, entre ellos antirretrovirales, los de uso oncológico o para diálisis.

Un cambio así no debe permitirse porque, fustigó, se puede poner en riesgo la salud, integridad y hasta la vida de los pacientes. Sostuvo que un medicamento innovador puede ser más caro pero resultar más efectivo y más rápido para curar que otro más barato.

Rafael Gual, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, rechazó que en la licitación se haya bajado la calidad de los productos y sostuvo que se incurre en especulaciones al pretender pronosticar los resultados del proceso porque se desconoce cuántas empresas participarán.

Adelantó que algunas firmas prevén ampararse, pues no se cumplió con la Ley de Adquisiciones del Sector Público al lanzarse una licitación abierta internacional, cuando primero debe ser nacional y luego con países con los que México tiene acuerdo comercial. Si con ninguna de las dos opciones se cubriera la demanda, se tendría que lanzar la licitación abierta internacional, reclamo del sector no aclarado por las autoridades.

Ambos dirigentes coincidieron en que para algunos medicamentos, las autoridades estipularon precios de referencia inferiores a los del mercado e incluso de los que rigieron en licitaciones anteriores, además de que la fecha de la primera entrega así como la distribución de medicamentos son dos de los factores que más preocupan al sector.