Tapachula, Chis., Con la militarización sin precedente, el gobierno de Estados Unidos ha generado un ambiente de guerra en contra de los migrantes en la frontera entre el país vecino y México, afirmó Fernando García, director de la Red por los Derechos Humanos, con sede en El Paso, Texas.

Consideró que cuanto ocurre con la militarización en la frontera de México con Guatemala es una calca de lo que sucede en la frontera norte, y el mensaje es que los migrantes son una amenaza para la seguridad nacional.

Entrevistado en esta ciudad, García dijo que la agrupación que dirige tiene información ofrecida por fuentes de Estados Unidos en cuanto a que oficiales de la Patrulla Fronteriza están en Chiapas asesorando y entrenando a policías en esta nueva estrategia de seguridad y contención en la frontera sur.

–¿Tienen evidencias? –se preguntó activista.

–Tenemos fuentes confiables. No sabemos cuántos son, pero hay presencia, como la hay de la DEA (siglas en ínglés de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos) en México y de otras agencias estadunidenses de una u otra forma para asesorar, y lo que le van a enseñar es la cara de la represión migratoria y no otra cosa, la violación de derechos humanos, porque esa es la política de la Patrulla Fronteriza.

García llegó a la frontera sur para para conocer la situación de los migrantes después del acuerdo firmado por Estados Unidos y México para evitar el cobro de aranceles a productos nacionales. Durante varios días visitó la frontera y albergues, y viajó por carretera para constatar la presencia policiaca.

Vimos que el despliegue de la Guardia Nacional ha sido gradual, no masivo; vimos que sí hay movimiento de militares, pero no se ve despliegue en la ribera del río Suchiate, que divide a México con Guatemala, señaló.

Indicó que el despliegue de agentes del Instituto Nacional de Migración, de la Guardia Nacional o de otras instituciones de seguridad afecta no sólo a los migrantes, sino a los mexicanos, dado que deben pasar por retenes en carreteras.

En cuanto supimos de la naturaleza del acuerdo México-Estados Unidos decidimos venir a la frontera sur porque nos aterramos, ya que interpretamos que Donald Trump presionó al presidente Andrés Manuel López Obrador para implementar políticas migratorias en México iguales a las que tiene Estados Unidos, expresó el director de la agrupación que desde hace más de 20 años trabaja en la defensa de los migrantes en la frontera sur del vecino país.

Se está planteado que la política en la frontera Estados Unidos-México sea un espejo en el sur. Es una calca, subrayó. Cuando se utiliza al Ejército es que se está llegando a un nivel de guerra, y eso fue lo sorprendente para nosotros, que México en este proceso de cambio que se está dando y de la Cuarta Transformación, despliegue una política de contención, añadió.

Según García, la militarización de la frontera México-Estados Unidos no tiene precedente, pues tenemos ahora más de 23 mil agentes de la Patrulla Fronteriza desplegados a lo largo de la línea, además de 5 mil militares en activo, y tres mil policías de Texas y otras entidades.

La de Estados Unidos es una de las fronteras más militarizadas, sin que haya una guerra declarada, pero se ha generado un ambiente de guerra y queda claro que es contra los migrantes, consideró.