Armando Manzanero y Aranza son luchadores del amor. Siguen creyendo, como muchas personas de 15 a 90 años, que la música romántica es el mejor remedio en tiempos de tanta cosa triste.

El cantautor y la intérprete siguen apostando a ese sentimiento, a esa energía.

Es el tiempo en el que más hace falta cantarle... Si no hubiera existido el lobo, Caperucita no sería famosa, afirma Manzanero.

Para Aranza, en esta época de tanta violencia y de ritmos extraños que se ponen de moda, las canciones, como las del cantautor, son más atemporales, como el amor.

Ambos (y una horda de creativos) hicieron Sólo Manzanero, que los erige como guerreros de élite en el combate al desamor.

Y la noche del jueves, ante prensa, invitados y curiosos, lo presentaron con un pequeño concierto de siete canciones, las cuales diseminaron pepitas de dopamina por todos los rincones de Plaza Loreto.

La portentosa voz de Aranza, expulsando la lírica del yucateco, fue el disparador de dosis de romanticismo que dejó inerte a las personas que se reunieron en el foro gratuito de esa plaza, donde también visitantes y compradores se impregnaron de piezas, cantadas a todo lo alto.

Misiles de dopamina

Sólo Manzanero comparte 14 tracks, que podrían considerarse misiles de alta dosis de dopamina.

El compositor ofrece sus temas para el disco de la oriunda de Chihuahua; algunos conocidos y otros inéditos.

Reúne algunas canciones que tenía guardadas desde hace tiempo, para que se hiciera un álbum de gran calidad, que tuviera la belleza de esas grabaciones clásicas cuya peculiaridad es tener una gran voz, como la de Aranza, afirma el músico.

Ella, por su lado, comenta que hoy día, “la industria vive un momento extraño… Nuestra música pese a que vende y sigue siendo entrañable para la gente, en las disqueras no es prioridad”.

Por eso, destaca la distribución que tiene Sólo Manzanero: “Cuando Sanborn’s escuchó de este producto se emocionó tanto que tuvimos que apresurar su edición. Ellos apostaron por la calidad, por el prestigio, por la buena música.”

Esa tienda sigue vendiendo discos físicos, algo que cada vez se ve menos, asegura Manzanero.

Gran producción de Julio Quevedo y Emmanuel Ortiz, la fuerza estética de una voz y extraordinarias letras ofrece la placa.

Las letras de las canciones son vitales para mí. Si de algo me siento orgullosa es de que, las de un amigo famoso (Manzanero) que están en mi disco, le pueden llegar a gente de 15 a 90 años, porque los hace apasionarse, vibrar.

Asegura lo anterior Aranza, a quien muchos recuerdan por su interpretación de Dime (de Armando Manzanero), tema principal de la telenovela Mirada de mujer, que se escuchó en toda Latinoamérica.

Sólo de la mano de Manzanero se puede hacer un álbum de este nivel. Por eso marca historia en mi carrera, dijo la cantante al finalizar su presentación.

Gracias por tomarse el tiempo esta noche para estar con nosotros, se despidió por su lado el cantautor.

Maestro, mil gracias por existir, se escuchó la voz de una mujer entre el público.