La Escuela Secundaría número 56 Enrique Ramírez y Ramírez, es uno de los 21 planteles educativos certificados como ecológico internacional, donde sus 800 alumnos participan en diversas actividades de protección al entorno ambiental y sustentabilidad, a través de 13 proyectos que van desde la producción de fertilizantes e insecticidas orgánicos y biogas hasta la producción de alimentos con baja huella ambiental.

La labor que desde hace más de 10 años se impulsa en el plantel ha sido reconocida en distintos certámenes de los Emiratos Árabes, Perú y Brasil, afirma su director Armando Salgado García, quien destaca la participación de profesores y alumnos, pero también de las familias que poco a poco se han ido sumando y es muy gratificante reconocer que desde la escuela, los niños se llevan estos conocimientos a casa para transformar allá la forma en que se hacen las cosas.

El pasado 19 de junio la Fundación para la Educación Ambiental (FEE, por sus siglas en inglés), con sede en Copenhague –considera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura como institución líder en la formación ambiental-- hizo entrega a la secundaria técnica 56 de la distinción bandera verde, con lo que se reconoció por segundo año consecutivo su esfuerzo por impulsar acciones de educación ambiental, destacó Enrique Gutiérrez Garcés, director de Secundarías Técnicas.

La institución, modelo mundial en favor de la Tierra

Con el Programa Juntos haremos de este un planeta mejor, detalló Salgado García, los alumnos de la secundaria técnica 56 participan en acciones de reforestación, ahorro de agua, recolección y transformación de papel, ahorro de energía, recolección de residuos sólidos, con el que lograron un apoyo para la compra de contenedores, reutilización de aguas grises para el riego y captación de agua de lluvia, entre otras medidas.

En el plantel, ubicado en San Miguel Topilejo, en Tlalpan, los menores realizan labores no sólo de cultivo y cuidado de plantas, también de ganado, pues uno de los objetivos es que conozcan los procesos en la producción de alimentos. Lo que resulta transformador es que las familias se involucren y que se estén formando ciudadanos respetuosos de su medio ambiente, aseguró.