Jueves 20 de junio de 2019, p. 4
Cuatro de cada 10 docentes en México enseñan a niños y jóvenes con un entorno económico desfavorable, y ello requiere que el gobierno invierta en profesores de calidad
para apoyarlos, advierte la Encuesta Internacional de Enseñanza y Aprendizaje (TALIS, por sus siglas en inglés), realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En conferencia de prensa, Gabriela Ramos, directora del organismo, respondió que dadas estas condiciones, los docentes no deben dejar de ser evaluados conforme al mérito, según suponen las adecuaciones hechas el sexenio pasado al sistema educativo. Esto, en el contexto de la elaboración de las leyes secundarias de la reforma educativa y el aval que ha dado el Presidente de la República para que se deroguen los procesos de evaluación.
“Este estudio no cambia la posición de la OCDE en materia educativa. Si los países quieren resultados de alto nivel, requieren invertir en maestros de calidad (…) Nuestro llamado a México es que en la definición de las leyes secundarias que se están considerando para implementar la reforma educativa, que los elementos que son definitorios de los sistemas educativos de calidad no se pierdan”, manifestó.
Detalló que en un segundo volumen de la TALIS se abundará en el tema de la evaluación y destacó que con el perfil que entrega este tomo sobre cómo, dónde y en qué condiciones están los profesores, se puede usar el insumo para el proceso legislativo. Estamos a muy buen tiempo de que se use para las definiciones de las reglas secundarias
.
Se ha politizado mucho el debate sobre la evaluación. Llámenle como quieran, pero al final de cuentas se necesita un instrumento para saber qué tanto conocen los maestros y dónde se les puede seguir apoyando
, aseveró.
Entre los resultados de la TALIS, destaca que el país cuenta con una plantilla de profesores jóvenes, la mayoría tiene 42 años, y hay un marcado desequilibrio de género. Por ejemplo, 57 por ciento de la plantilla docente está formada por mujeres, mientras en cargos directivos sólo representan 35 por ciento.