Ocuilan, Méx., El alcalde de Ocuilan, Félix Linares González, cumplió ayer con su advertencia y cerró la carretera que comunica este municipio del sureste mexiquense con Cuernavaca, Morelos, en protesta por la falta de apoyo de la Federación en el combate a la tala clandestina.

Desde hace semanas el edil perredista ha demandando al presidente Andrés Manuel López Obrador que se instalen al menos dos retenes de las fuerzas federales para impedir que grupos del crimen organizado sigan saqueando los bosques de la región.

Linares González calcula que han sido devastados más de 12 mil hectáreas de bosque, principalmente en el área natural protegida de las Lagunas de Zempoala, que hasta hace unos años era uno de los principales destinos turísticos del sur de la entidad.

La semana pasada el edil encabezó una cadena humana que cruzó el municipio, desde los límites con Santiago Tianguistenco hasta la comunidad de Santa Martha, para reclamar la atención de las autoridades federales.

En esa ocasión participaron más de 3 mil 500 habitantes de Ocuilan y se sumaron por lo menos 20 de las 110 escuelas que hay en esa demarcación. El alcalde solicitó al gobierno federal la presencia de la Guardia Civil.

En días previos el munícipe difundió en sus cuentas en redes sociales un video en el cual se observa parte de la devastación que han sufrido los bosques de Ocuilan.

Ante la falta de respuesta federal, el alcalde cerró la carretera de Ocuilan a Cuernavaca con el respaldo de por lo menos 200 habitantes de la cabecera municipal y del poblado de Santa Martha, donde se inicia el camino hacia la capital de Morelos.

A pesar de que esta vía es de jurisdicción estatal, la policía mexiquense tuvo una presencia discreta y no ordenó que se marcharan los manifestantes, quienes atravesaron en la vía un camión torton.

En el bloqueo, el edil detectó un taxi que llevaba tres motosierras en la parte trasera, y cuando pidió explicaciones al chofer, éste huyó.

Félix Linares explicó que vecinos del municipio han sido cooptados por la delincuencia organizada y a cambio de dinero los llevan a lugares donde pueden saquear madera.

Este problema tiene años más de una década y no se ha hecho nada. Cuando fui alcalde por primera vez, en 2006, también lo denuncié. Hubo un apoyo momentáneo de las autoridades federales, pero luego se retiraron, reprochó.

Mencionó que aun cuando la instancia estatal Protectora de Bosques ha colocado puntos de vigilancia y realiza operaciones, dispone de un número muy bajo de inspectores y carece de herramientas y armamento para hacer frente a delincuentes.

El alcalde dio a conocer que en febrero pasado se reunió con el entonces subsecretario de Gobernación Zoé Robledo (actual director del Instituto Mexicano del Seguro Social), a quien pidió apoyo, y por respuesta solo obtuvo un lo vamos a revisar.