En entrevista con La Jornada, Marina Núñez, secretaria ejecutiva de ese organismo público, detalla los planes para fortalecerlo // ‘‘Está asegurado presupuestalmente para todo el sexenio’’
Jueves 20 de junio de 2019, p. 3
El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) no desaparece ni se encuentra en proceso de desmantelamiento, ‘‘está asegurado presupuestal y estructuralmente, no sólo en lo que resta del año, sino durante todo el sexenio”, afirma Marina Núñez Bespalova, secretaria ejecutiva de ese organismo público que forma parte de Secretaría de Cultura federal (SC).
En entrevista con La Jornada, la funcionaria detalla los planes de la SC para ‘‘fortalecer” al Fonca, instancia que, dice, ya pasó por los recortes para adecuarse a la austeridad republicana ordenada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, los cuales ‘‘no tocaron lo sustantivo, incluso tuvimos un pequeño incremento”.
Hace unos días, la senadora Je-susa Rodríguez declaró a los medios que las becas que el Estado otorga a los artistas a través de esa figura deberían desaparecer y que los creadores tendrían que buscar recursos en el sector privado.
Núñez responde que ‘‘los creadores no son una casta de privilegiados ni algo vanidoso, hay que quitarnos la idea de que el Fonca ha sido un gasto. No, esto es una inversión en productos culturales, en creadores, en el alma del país, y el Estado tiene esa obligación, pues la cultura es materia primordial en el desarrollo de una nación”.
Adelanta que se construye la estructura administrativa (que no existía) para que el Fonca sea una Dirección General de Estímulos a la Creación, ‘‘eso es fortalecerlo y se van a hacer también nuevas líneas de operación, se va a firmar un nuevo contrato de mandato, nos vamos a cambiar a otra fiduciaria, esto va a implicar nuevas reglas, más a nivel administrativo, pero lo que nos asegura es la no desaparición delos 12 proyectos que el fondo ha venido manejando (Jóvenes Creadores, Sistema Nacional de Creadores, Creadores Eméritos, Creadores Escénicos, México en Escena, etcétera), los cuales se podrán incrementar si se aumenta el presupuesto”.
Una gran veta
La secretaria ejecutiva del Fonca añade que, por ejemplo, ‘‘se va a volver a un verdadero esquema de intercambio de residencias artísticas, el cual se fue diluyendo, lo vamos a fortalecer, estamos trabajando con embajadas. Esa convocatoria está temporalmente suspendida hasta no tener un programa más rico que retribuya culturalmente a los países participantes. Además, vamos a sacar dos convocatorias nuevas a fin de año: una dirigida a músicos tradicionales y la otra será un programa específico para grupos y profesionistas que trabajan con públicos infantiles y juveniles. Si vamos a hacer la apuesta de formación de nuevos públicos, de gente sensible desde la primera infancia a las manifestaciones culturales, tenemos que apretar ahí un poquito el tornillo y fijarnos en los profesionales que están haciendo un trabajo inmenso en toda la República y en todas las disciplinas”.
Lo anterior no significa un ‘‘desmantelamiento” de la institución, aclara, ‘‘y qué bueno que me dan la oportunidad de ratificarlo: la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, reconoce que la mayor parte de la oferta cultural que está en carteleras no sólo de la Ciudad de México, sino de todo el país, proviene del Fonca, que no aparezca el logo, no quiere decir que no esté relacionado.
‘‘El Fonca es nuestra gran veta de escritores, grupos teatrales, músicos y creadores en distintas disciplinas; varios archivos fotográficos se han rescatado gracias a proyectos de coinversiones. El valor del Fonca está ahí. Éste es una gran caja de desarrollo cultural, en sentido financiero, queremos reformarlo más a ese nivel, democratizarlo.
‘‘No es posible que a estas alturas dudemos si el Fonca funciona o no. Obviamente ha revolucionado el escenario cultural, pero tiene que ser más inclusivo, abrirse más a los estados. Integrantes del Sistema Nacional de Creadores (SNC) nos han dicho que nos ayudarán y estamos tejiendo una buena red solidaria para que haya opciones y no sea tan difícil ingresar y obtener un apoyo del Fonca, pues una manera de democratizar es abrir la puerta y facilitar que entres.”
Cuando llegó a hacerse cargo del Fonca, luego del desencuentro de la comunidad de becarios hace unos meses con el anterior titular del organismo, el escritor Mario Bellatin, Marina Núñez recibió la encomienda de ‘‘ordenar lo más que se pueda y reforzarlo; jamás se ha hablado de desaparecer el Fonca, lo cual sería un error, al contrario, queremos que dé más porque tiene mucho potencial”.
El optimismo de la funciona-ria también se enfoca en hacer ‘‘de verdad efectivo” el Programa de Retribución Social del fondo, el cual, explica, es ‘‘un instrumento implementado desde 2011 que organiza al año mil 500 actividades culturales en promedio; vamos a incrementarlo”. También se enfocarán en reforzar las donaciones privadas y reglamentarlas, quizá mediante una ley de mecenazgo.
Nada de cotos de poder
En septiembre, continúa Marina Núñez, se darán a conocer los resultados de las convocatorias de las becas a Jóvenes Creadores yde quienes serán seleccionados para ingresar al SNC. En la primera se recibieron casi 2 mil solicitudes y en la segunda alrededor de mil 600.
‘‘Si seguimos los parámetros de los años anteriores, más o menos se elegirán a poco más de 300 jóvenes becarios y a 500 para el SNC. Se trata de una cifra un poco mayor que el año pasado, y vamos a ver si la incrementamos en 2020 cuando ya se tengan los nuevos parámetros. Este año el presupuesto sigue siendo el mismo, y por supuesto la cifra de becarios debe ser la misma, no habrá reducción.”
La funcionaria solicita a la comunidad cultural ‘‘tener un poco de paciencia, los proyectos que estamos lanzando desde el Fonca se van a ver un poco más adelante, pero es un tren que está ya en marcha; nuestra prioridad son las convocatorias, ajustarlas, hacerlas más transparentes, incluidos los mecanismos de selección; por ejemplo, los jurados ya no los elige nadie, se insaculan en una base de datos de acuerdo con ciertas reglas. El gran reto es no hacer cotos de poder con cada comité evaluador.
‘‘Vivimos en un país donde las diferencias sociales aún son muy grandes, por eso todavía hay que trabajar en muchos programas sociales de salud, y la cultura siempre acompañará esos programas, los cuales no podrían sobrevivir sin apoyo estatal atrás. El fondo es uno de los mecanismos del Estado que funcionan, hay que fortalecerlo. Hay Fonca para muchos años”, concluye.