Miércoles 19 de junio de 2019, p. 13
En sesión solemne, el Senado de la República conmemoró los 80 años del exilio español en México, episodio que habla de una hazaña diplomática
que recuerda la tradición humanista de la política exterior mexicana y el aporte innegable de los republicanos españoles a lo que se convirtió después en su nueva patria, se expresó en tribuna.
En esta hora de México y el mundo, el exilio español nos recuerda que las migraciones enriquecen a las naciones, las hacen más fuertes y más grandes
, resaltó el presidente del Senado, Martí Batres, durante la sesión, a la que asistieron descendientes de aquellos republicanos españoles que en junio de 1939 llegaron al puerto de Veracruz, a bordo del barco Sinaia.
Participó incluso uno de los sobrevivientes, Julián Atilano Atilano, entonces de 11 años, quien ayer, ocho décadas después, recordó en su silla de ruedas desde el pleno senatorial que, luego de huir de una cruel y espantosa guerra
en España y de campos de concentración en Francia, llegar al puerto de Veracruz fue pasar de la oscuridad a la libertad
.
México tiene mucho que agradecer al exilio español. Se puede decir que con este movimiento llegó a nuestro país una parte de lo mejor de la España de aquel entonces; la gente que representaba los más altos valores de libertad, igualdad, fraternidad y la primera línea de lucha contra el fascismo
, apuntó Batres.
Igualmente, la académica e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México, Elvira Concheiro, destacó que en este momento en que se abren grandes transformaciones en el país, en un sentido o en otro, los republicanos españoles son inspiración, ya que lucharon por lo que sigue siendo ejemplo de una república social y democrática, en una guerra desigual e injusta
Concheiro, hija de un refugiado comunista
, señaló que el exilio español no sólo lo integraron las grandes personalidades intelectuales y artísticas, sino también trabajadores y campesinos, que fueron acogidos por el pueblo mexicano, por integrantes de las izquierdas, que dieron también la batalla porque se les aceptara.
A su vez, el académico Fernando Serrano Migallón aludió a la España peregrina
–como la denominó el poeta José Bergamín– de entre 18 mil y 20 mil familias que dejaron atrás la monarquía, el fascismo y la dictadura franquista e hicieron de México su refugio y su nueva patria.
Una migración creativa que legó a México un nuevo humanismo laico
y que representa para los mexicanos la conciencia de lo que es la democracia y de todo lo que se pierde cuando se pierde la propia democracia
. A esa sesión solemne, con la que se inició el segundo periodo extraordinario de la legislatura, asistieron una treintena de descendientes de refugiados españoles, entre ellos Antonio Helguera y Rafael Barajas, caricaturistas de La Jornada.
El embajador de España en México, Juan López-Dóriga Pérez, dijo que el gobierno de Pedro Sánchez quiere recuperar la memoria del exilio republicano para España y mostrar a las nuevas generaciones ibéricas su legado. Y, con un nudo en la garganta
agradeció al presidente Lázaro Cárdenas el haber acogido a los exiliados.