Miércoles 19 de junio de 2019, p. 4
El descontento contra la editorial Tierra Adentro, que forma parte de la Secretaría de Cultura federal, crece.
Cerca de 600 personas, entre escritores, integrantes de la comunidad cultural y lectores se han sumado a la carta enviada a la titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, por nueve de los 12 jóvenes autores a los que esa editorial que forma parte del gobierno de México rechazó publicar sus libros, no obstante tener dictámenes favorables de la administración para la edición de las obras.
En la misiva, Josué Almanza, David Anuar, Eduardo Cerdán, Ángel Godínez, Juan Francisco Herrerías, Juanjo Rodríguez, Milena Solot, Michelle Vázquez Soriano y José Luis Zapata hacen un llamado al Programa Cultural Tierra Adentro y a la Secretaría de Cultura federal para ‘‘que se respete el trabajo de los creadores y dictaminadores involucrados; que no se menoscabe la integridad institucional de este importante programa cultural del Estado mexicano; que no se perpetúen las decisiones discrecionales de Tierra Adentro ni se desconozcan los dictámenes externos bajo el argumento de que, a juicio de la nueva administración, ‘una dirección editorial debe tener mayor involucramiento en la selección de libros’; y que, sobre todo, se reconsidere el rumbo que está tomando tanto la revista Tierra Adentro como el Fondo Editorial Tierra Adentro”.
Regalo envenenado, dice el director del sello editorial
El pasado lunes, el nuevo director de Tierra Adentro, Víctor Santana, confirmó a La Jornada que desde ahora él será el responsable de dictaminar los libros que publique Tierra Adentro,y que cuando asumió el cargo leyó los textos que la anterior administración le dejó ‘‘en cola” para ser publicados.
En entrevista con este diario, afirmó que los 12 escritores ‘‘sin duda tienen valor artístico, pero consideramos que requieren mucho trabajo. A esos autores les habían prometido que sus libros iban a publicarse entre 2019 y 2024. Es una promesa que no hice. No tiene sentido que yo secuestre un libro seis años; es decir, la literatura es más dinámica, quizá no estamos viendo el potencial de ese libro y no creo que Tierra Adentro deba secuestrar los libros; entonces les estaban dando a los autores un regalo envenenado”.
El Programa Cultural Tierra Adentro, de la Secretaría de Cultura (antes Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), desde hace más de cuatro décadas se ha enfocado en la publicación y promoción de creadores menores de 35 años.
En la carta enviada a Frausto los jóvenes escritores descartados narran que en 2018, luego de que sometieron a dictamen sus manuscritos, recibieron una carta firmada por Paola Velasco, entonces directora del programa, en la que comunicaba ‘‘que los libros habían sido admitidos para su publicación en el Fondo Editorial Tierra Adentro, luego de ‘una cuidadosa valoración realizada por especialistas en el género’ al que pertenecen los textos. Si se aceptaban las sugerencias hechas por los dictaminadores, los libros se dejarían establecidos ‘como compromiso de publicación en el Programa Editorial 2019-2024’.
‘‘El 12 de junio de 2019 estos autores recibieron una carta firmada por el nuevo director, Víctor Santana, en la cual se informaba que los libros no serían publicados. La misiva anotaba: después de una ‘reasignación presupuestaria’ debida a la ‘austeridad republicana’, ‘nuestra reducción de personal dedicado a la edición y corrección de libros de Tierra Adentro nos obligaron (sic) a elegir libros que, a nuestro juicio, estaban en condiciones más óptimas para su publicación’.’’
‘‘El 15 de junio del presente, el Programa Cultural lanzó el comunicado ‘Tierra Adentro a dictamen’, sin firma, en el que se explica: esos 12 libros dictaminados de manera externa (ahora descartados) ‘nos parecieron, en ocasiones, primeros borradores con potencial todavía no alcanzado; en otras, advertimos la necesidad de un trabajo profundo de la autora o el autor, un trabajo que podría prolongarse por tiempo indefinido’. En las cartas que los autores recibieron en 2018, las sugerencias de los dictaminadores no iban dirigidas a ‘borradores’ o a libros que necesitaran trabajo ‘por tiempo indefinido’, sino a títulos que entrarían a un proceso editorial. ‘Las sugerencias hechas por los especialistas’, decían las cartas de 2018 firmadas por la directora en turno, buscaban que los manuscritos alcanzaran ‘su mejor expresión’”. A la carta abierta para sumar firmas en la plataforma Change.org se han adherido Rosa Beltrán, Alicia García Bergua, Ana García Bergua, Ernesto Lumbreras, Verónica Murguía, Aline Pettersson, Javier Sicilia y Juan Villoro; manifiesta la preocupación de los escritores por el comunicado de Tierra Adentro en su portal web, en el cual afirma: ‘‘El procedimiento heredado (desconocemos su antigüedad) consistía en hacer una preselección de libros que se mandaba a dictamen externo, después los libros aprobados pasaban a corrección de estilo y eran publicados. Nosotros creemos que una dirección editorial debe tener mayor involucramiento en la selección de libros”.
Los jóvenes descartados y las personas que se sumaron a su mensaje dicen que ‘‘en una editorial, los dictámenes externos siempre son muestra de pluralidad: con ellos, la elección de los títulos para un catálogo se abre a lecturas que no sólo obedecen a las preferencias de un grupo. Se trata de algo saludable y necesario, aun más si la editorial pertenece al Estado mexicano”.