Buenos Aires. La luz regresó a Argentina, Uruguay y partes de Brasil, Chile y Paraguay después de un apagón masivo que afectó a decenas de millones de personas, pero las autoridades seguían ayer sin establecer las causas del colapso en la red interconectada, mientras calculaban los daños causados por el imprevisto.

El presidente argentino, Mauricio Macri, prometió una investigación exhaustiva.

Este apagón planteó interrogantes sobre la seguridad de la red eléctrica de América del Sur, que conecta a varios de los países más grandes de la región.

Las autoridades de energía indicaron que los resultados de la investigación estarían disponibles dentro de 10 o 15 días, pero admitieron que no podían dar detalles sobre el impacto económico del incidente.

El secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, afirmó ayer que hay cero posibilidades de que se repita un apagón masivo como el del domingo, que dejó sin energía a 44 millones de personas.

Desde el domingo el funcionario no descartó la posibilidad de un ciberataque, pero estimó que sería poco probable.

La calificadora Moody’s Investors Service comentó que el sistema eléctrico argentino requiere inversiones por 682 millones de dólares.

El apagón también dejó miles de peces muertos en las costas de Ituzaingó y Apipé, provincia de Corrientes, por una importante baja del caudal del Río Paraná, informó Página/12.

La parálisis del Complejo Hidroeléctrico Yacyretá-Apipé tuvo severas consecuencias para el medio ambiente por el cierre de compuertas de la represa, según la publicación.

Y en más malas noticias para Macri, el oficialismo sumó cuatro nuevas derrotas electorales en los comicios provinciales del domingo, entre ellas la victoria del peronismo en Santa Fe, el tercer distrito más poblado del país.

Argentina celebrará elecciones generales en octubre hundida en una recesión con 9.1 por ciento de desocupación, 32 por ciento de pobreza y una inflación interanual de 57 por ciento, que se disparó por un plan de ajuste comprometido con el Fondo Monetario Internacional a cambio de un auxilio financiero por 57 mil millones de dólares.