Trabajo, disciplina, dedicación y pasión han sido la clave del éxito que llevan a Paola Longoria a ser la mejor raquetbolista de todos los tiempos, luego de terminar otra temporada invicta –la quinta en su carrera profesional–, lograr el título 98 e ir por más para alcanzar el centenar.

Después de ganar en Kansas, la mexicana se muestra feliz porque mantenerse 10 años como número uno del mundo le ha costado mucho y ahora resiente el desgaste físico que le demanda cada juego. El próximo mes cumple 30 años.

Cuenta que en la final contra Samantha Salas en el torneo Teamroot.com Classic Grand Slam con el que cerró la temporada terminó exhausta, pues no solamente ganó de manera individual, sino que apenas le dio tiempo para tomarse un respiro y salir de nuevo con su compañera a enfrentar el partido de dobles y subir al podio por segunda vez con otro título en la mano.

Terminé con todo el cuerpo adolorido en un partido que se ha convertido en una tradición entre mexicanas, comenta Paola, quien acabó por décima vez como la número uno mundial y le da gusto tener a Samantha, Alexandra Herrera y Nancy Enríquez en el top ten.

No se refiere exclusivamente a la Liga Profesional Femenil de Raquetbol, porque también se ha visto en el terreno amateur, donde “México se ha convertido en potencia y lo hemos demostrado en Juegos Centroamericanos, Panamericanos y Campeonatos Mundiales; tenemos un nivel alto y se trabaja con los juveniles.

Quiero que mi deporte trascienda para que cuando me retire no se pierda ese trabajo. Que sea el mejor legado que pueda dejarles y seguimos en la lucha de que el raquetbol, en un futuro, ingrese al programa olímpico.

Aunque no es su caso y prefiero mantenerme al margen de los problemas que tienen algunos deportistas de alto rendimiento con los reajustes que ha realizado la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte con becas de 5 a 2 mil pesos, la raquetbolista recordó sus inicios, las competencias en Olimpiadas Nacionales y todo lo que padeció para ganarse un incentivo y la ayuda de sus padres que absorbían los gastos.

Ahora es distinto, menciona Paola, con el caudal de éxitos en el tour, las ganancias en premios económicos en torneos de Estados Unidos y México, así como de patrocinadores; al deportista hay que apoyarlo y no afectarlo.

Longoria tomará unos días de descanso para recuperarse; volverá a empuñar la raqueta con la mira puesta en la cita panamericana de Lima. Los resultados hablan y no nos podemos confiar con los países que quieren ganarnos, como se ha visto en los torneos. Vamos por otras tres (medallas), por mí y por México, por lo que hará su preparación en San Luis Potosí, Monterrey y Tijuana.