Martes 18 de junio de 2019, p. 2
Washington. Científicos creen haber entendido cómo hacen los perros para enternecer a las personas y ganarse su afecto: dos músculos situados en torno a los ojos les ayudan a tener una mirada triste, una técnica que dominan los bebés humanos.
Los investigadores explican haber disecado cadáveres de perros domésticos y lobos salvajes, en un artículo publicado este lunes en la revista Proceedings, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Precisaron que no se mató a ningún animal para el estudio.
Los autores comprobaron que los perros tenían esos dos músculos bien formados alrededor de los ojos, a diferencia de los lobos. Ambos animales separaron sus caminos evolutivos hace unos 33 mil años.
En otra parte de la investigación, los científicos filmaron interacciones de dos minutos entre perros y un humano al que desconocían, y luego entre lobos y una persona. Solamente los perros lograban mover el contorno de los ojos con mucha intensidad al mirar a los humanos.
Esto los ayudó a agrandar los ojos, como hacen los bebés
, explicó Anne Burrows, profesora de la Universidad Duquesne de Pittsburgh y coautora del estudio. Eso provoca una reacción de protección en la gente
.
El trabajo se añade a otros similares, entre ellos uno llevado a cabo en 2015 por científicos en Japón. El resultado de aquel estudio demostró que el intercambio de miradas entre los perros y sus amos provocaba un pico mutuo de oxitocina, la llamada hormona del amor
. Es lo mismo que sucede cuando una madre y su bebé se miran.
La investigación publicada este lunes apenas estudió el caso de cuatro lobos y seis perros domésticos. Habría que disecar más animales para confirmar los resultados, admitieron los autores del trabajo.