La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) dio la opción a elementos de las divisiones de fuerzas federales y gendarmería de formar parte del Instituto Nacional de Migración (INM) o del Servicio de Protección Federal (SPF) en caso de no querer integrarse a la Guardia Nacional.

El comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio, asumió el mando de la Policía Federal el 26 de mayo, con lo que inició la transferencia gradual de elementos de las distintas divisiones a las filas del nuevo cuerpo de seguridad.

De acuerdo con la Ley de la Guardia Nacional, en un plazo no mayor a año y medio, toda la estructura operativa y administrativa será transferida, con lo que desaparecería la PF.

Ayer, la SSPC informó que José Sigifredo Valencia Rodríguez, titular de la División de Inteligencia y encargado de despacho de la PF, dijo que los que no se integren al nuevo cuerpo de seguridad les será garantizada su situación laboral.

Respetarán derechos

En un comunicado, la dependencia mencionó que Valencia Rodríguez se reunió ante más de 800 elementos de las divisiones de fuerzas federales y gendarmería. Informó que todo el personal seguirá laborando, se les respetarán íntegramente sus derechos laborales y tendrán siempre la opción de continuar con su carrera policial, agregó la SSPC.

Por otra parte, el Consejo Ciudadano del Instituto Nacional de Migración (CCINM), que en fechas recientes ha expresado su preocupación por la manera como se atenderá el flujo migratorio ante el impacto de la relación comercial entre México y Estados Unidos, ayer señaló que le inquieta la falta de información sobre las acciones que se tienen previsto realizar para contener el flujo migratorio que actualmente se observa en territorio nacional, así como lo que respecta a las actuaciones que desarrollarán las distintas entidades gubernamentales en el marco de sus respectivas atribuciones.

El CCINM abundó que “nos preocupa el tratamiento que se dará a las miles de personas que indudablemente, y de acuerdo a lo anunciado, tendrán que pasar por las estaciones migratorias, las cuales como hemos documentado en los tres años pasados, se convirtieron en espacios violatorios de derechos humanos.