Río De Janeiro. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, defendió al ministro de Justicia, Sergio Moro, e insinuó que los mensajes personales que generaron dudas sobre su imparcialidad cuando era juez anticorrupción y encarceló al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, pueden haber sido falsificados, informó el diario O Globo.

Aclaró que aunque sólo confía por completo en su padre y en su madre, desde su punto de vista la credibilidad de Moro no se ha visto afectada por la publicación de estos mensajes divulgados por el portal The Intecept y que ponen en evidencia la coordinación entre Moro y los fiscales de la operación Lava Jato (Lavado Rápido).

Moro es responsable de buscar una inflexión al problema de la corrupción y librar a Brasil de caer en una situación semejante a la de Venezuela, sostuvo Bolsonaro.

Moro condenó, sin pruebas, a Lula en momentos en que el ex líder metalúrgico encabezaba las preferencias electorales con más de 80 por ciento.

Tanto Moro como los fiscales han asegurado que lo que ha sido publicado acerca de las filtraciones no supone delito alguno.

The Intercept indicó que las filtraciones proceden de una fuente anónima. Serían mensajes enviados a través de la aplicación de mensajería Telegram entre 2015 y 2018.

Lula ha sido condenado en dos casos de corrupción –en los que no se aportó una sola prueba de su culpabilidad–, que suman 13 años de cárcel, aunque aún caben recursos contra ambas sentencias, pero tiene pendientes otros siete procesos por cargos similares.

En otro orden, al profundizarse la crisis en el gobierno, el jefe del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) dimitió, un día después de que Bolsonaro amenazó con despedirlo. Joaquim Levy, economista formado en la escuela neoliberal de Chicago y ministro de Finanzas de la ex presidenta Dilma Rousseff, presentó su renuncia al ministro de Economía, Paulo Guedes.

Bolsonaro amenazó el sábado con despedir a Levy a raíz del nombramiento de Marcos Barbosa Pinto, un directivo del BNDES vinculado al Partido de los Trabajadores, rival ideológico del presidente.

El gobierno es así, no puede tener a gente sospechosa en cargos importantes, declaró Bolsonaro a la prensa.

La renuncia de Levy es el último episodio de una semana agitada para el gobierno de Bolsonaro. El presidente despidió el jueves a su secretario de Gobierno, el general retirado Carlos Alberto dos Santos Cruz, que se había enfrentado a los hijos del mandatario y destituyó al jefe del servicio de correos.

En tanto, Bolsonaro defendió de nuevo la idea de armar a la población civil para evitar un posible golpe de Estado, durante un acto militar en Río Grande del Sur la noche del sábado.

El presidente pidió a sus seguidores en redes sociales que presionen al Senado para que rechace proyectos de ley que anulan la flexibilización en las reglas de posesión y portación de armas, las cuales fueron decididas por decreto.