La jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, oficializó los cambios en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX) y en la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), como parte de su estrategia para reforzar la seguridad en la capital del país y en el marco del respeto a los derechos humanos.

Omar Hamid García Harfuch, quien hasta mayo se desempeñaba como titular de la Agencia de Investigación Criminal en la Fiscalía General de la República, fue designado como nuevo jefe general de la Policía de Investigación y coordinador de Inteligencia del Gabinete de Gobierno y Seguridad.

Mientras que el maestro Bernardo Gómez del Campo, quien estaba al frente de la Policía de Investigación, apoyará en las labores de capacitación y formación policial desde la Subsecretaría de Desarrollo Institucional de la SSC.

García Harfuch es licenciado en Derecho y Seguridad Pública y cuenta con estudios acreditados por instituciones de Estados Unidos como la Administración de Control de Drogas (DEA), la Academia Nacional del FBI, Universidad Harvard, entre otras.

Estuvo asignado a la División de Gendarmería para apoyar en el diseño del despliegue de dicha área y la puesta en marcha de sus operaciones; asumió el cargo de Titular de la División de Investigación de la Policía Federal y fue titular de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República, ahora Fiscalía General de la República.

A su vez, Gómez del Campo es licenciado en Derecho por la UNAM y Maestro en Ciencias Penales y Criminalística.

Tiene 27 años de experiencia en diferentes instituciones de seguridad en el país, como la Procuraduría General de la República, Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, Policía Federal y la entonces Secretaría de Seguridad Pública capitalina.

Cuenta con al menos 15 diplomados de actualización y tres especialidades en temas de seguridad. Ha impartido conferencias en materia de investigación y prevención en delincuencia organizada en países como Guatemala, Japón, Colombia, Ecuador, Honduras y Argentina.

Con estos movimientos se refuerza la inteligencia y la formación policial, indispensables para construir una ciudad segura.