Un pandemonio armó la tarde/noche del martes el performancero chicano Guillermo Gómez-Peña durante su invasión artística al Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La acción fue parte del 11 Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política, de la Universidad de Nueva York, que con el tema de El mundo al revés: humor, ruido y performance se realiza en la capital del país desde el pasado día 9 y hasta el 15 de junio.

Durante casi tres horas, el líder de La Pocha Nostra, en complicidad con compañeros de agrupación, se valió de la irreverencia, la provocación y el humor para mofarse de quienes critican el arte contemporáneo, censurar las barbaries del modelo neoliberal y fustigar al presidente Donald Trump.

Más de 300 personas siguieron los diversos actos simultáneos de Gómez-Peña, los cuales se desarrollaron, primero, en el exterior del museo y luego dentro, para concluir en el auditorio del recinto, insuficiente para el cuantioso y ávido público.

Había un automóvil deportivo construido con dos ataúdes blancos, tripulado por una desnuda alienígena de enorme cabeza y piel verde, así como una amazona. Como de la nada irrumpió una corpulenta mujer desnuda que se sentó a la mitad de uno de los espejos de agua del lugar para que le adhirieran globos en el cuerpo mientras otra, menuda, sin nada de ropa y el cuerpo pintarrajeado, corría a lo largo y ancho de ese acuoso espacio.

Un grupo de actrices vestidas con recatadas faldas largas se manifestaba en torno del espacio satanizando las acciones. Con pancartas, recriminaban que lo hecho por la Pocha Nostra es pornografía encubierta de arte contemporáneo, que son unos bastardos del arte que contaminan los cánones de la belleza europea y que la Pocha contrata artistas anglosajones y los trata como centroamericanos.

Poco más de una hora, cientos de selfies y fotos después, las acciones continuaron dentro del MUAC en la misma tesitura.

El mitote prosiguió en el auditorio, donde la extraterrestre fue crucificada, seguida por la señora Trump, representada con un traje completo de barras y estrellas.