El despliegue de unos 6 mil agentes de la Guardia Nacional (GN) en el sur de México no va dirigido específicamente a Chiapas y al control de la frontera con Guatemala, sino a una zona del país que tiene carácter prioritario por su índice criminal y por la migración centroamericana, afirmó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno de la República, Alfonso Durazo.

No se trata de Chiapas, se trata de una zona que al igual que Jalisco tiene carácter prioritario, en una parte por razones de incidencia criminal y en otra en virtud del fenómeno migratorio que luego tiene como consecuencia problemas de inseguridad pública, derivado fundamentalmente de la trata de personas.

De visita en Jalisco junto con el gabinete nacional de seguridad para establecer las primeras medidas ante la llegada de 3 mil 600 agentes de la GN a la entidad el próximo mes, Durazo dijo que el despliegue de efectivos de la corporación en el sur del país abarcará del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, al estado de Chiapas.

Son elementos que estarán en diferentes municipios, regiones y en todo caso su despliegue no será jamás un obstáculo para el cumplimiento de un gobierno que tiene vocación democrática, actúa con transparencia y ve el problema de la migración no como de seguridad, sino humanitario.

Señaló que en ese contexto la acción de todos los cuerpos de seguridad garantizará el respeto a los derechos humanos de los migrantes y sobre todo la colaboración para que la relación de las autoridades con ellos sea en los mejores términos de servicio y apoyo, más que de coacción.

Mientras, el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, afirmó en Tuxtla Gutiérrez que el arribo de agentes de la GN viene a fortalecer sin duda alguna los derechos humanos, porque viene a trabajar para erradicar la delincuencia. Agregó que ante todo la GN buscará detener a los traficantes de indocumentados, que son los mismos que los engañan y los organizan con la finalidad de robarles, asaltarlos y abusar de ellos.