Martes 11 de junio de 2019, p. 7
Desplegar 6 mil efectivos de la Guardia Nacional (GN) en la frontera sur no es una solución de raíz que atienda a las verdaderas causas del fenómeno migratorio
, destacaron los obispos mexicanos con motivo del acuerdo en la materia alcanzado entre México y Estados Unidos.
Los prelados manifestaron preocupación por la falta de acogida verdaderamente humanitaria que refleje nuestras convicciones en materia de reconocimiento y protección de los derechos de todos
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En un posicionamiento, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que encabeza el arzobispo Rogelio Cabrera López, señaló que ninguna negociación debe colocarse por encima de lo que la Iglesia y la sociedad civil han defendido por años: la no criminalización de esta población ni la de los defensores de derechos humanos
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Expuso que si hemos rechazado como mexicanos la construcción de un muro no podemos convertirnos nosotros mismos en éste
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Si bien la CEM celebró que se haya alcanzado un acuerdo para evitar graves e injustas afectaciones económicas a nuestro país
por el amago que hizo el presidente Donald Trump por la imposición de aranceles a productos mexicanos, señaló que en este momento histórico no se debe claudicar en promover el desarrollo humano integral para Centroamérica y el sureste
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Pidió formalmente a los gobiernos de México y Estados Unidos hacer un compromiso permanente para privilegiar siempre el diálogo y la negociación transparente en nuestras relaciones bilaterales. No caer en la fácil tentación del chantaje o la amenaza. El bien de cada país se construye velando por el bien de toda la región
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Agregó que la Iglesia católica en México está convencida de que es necesaria una justa política migratoria que garantice un libre tránsito de personas ordenado, regulado y responsable, y vele por los intereses legítimos de su congregación
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