La idea original era escribir del lado eruptivo del país y luego estalló la revolución de los nietos sandinistas, explica la periodista a La Jornada
vivir allá fue una experiencia intensa; además de las erupciones volcánicas cotidianas, mis letras se enardecieron.Foto Luis Castillo
Domingo 9 de junio de 2019, p. 4
Para Sabrina Duque (Guayaquil, 1979), Nicaragua representa un amor inesperado; vivir allá fue una experiencia intensa porque, además de las erupciones volcánicas cotidianas, mis letras también se enardecieron y alcanzaron una profunda pasión por el país
.
Así lo expresa Sabrina Duque a propósito de su libro más reciente, VolcáNica, iniciativa que reúne 12 crónicas en torno a la relación de los nicas con sus volcanes; además del fatídico incidente que vivió la periodista y traductora el 18 de abril de 2018, cuando los nietos de la revolución sandinista
se manifestaron contra la dictadura del mandatario Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo.
Tenía el proyecto avanzado cuando gané la beca Michael Jacobs de Crónica Viajera 2018, otorgada por la FNPI-Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y el Hay Festival Cartagena de Indias. Me atraía mucho la idea de vivir en una ciudad edificada en medio de un camino de lava y me parecía enloquecedor que las personas construyeran sobre una caldera
, explica en entrevista con La Jornada.
“La idea principal siempre fue escribir sobre la Nicaragua volcánica porque no quería hacerlo sobre el sandinismo, ni sobre Rubén Darío. Durante el primer año que viví en ese país encontré varias historias cuya relación era implícita con los volcanes.
Además de realizar entrevistas, conocer siete volcanes y documentarme, tenía una lista de los tópicos que me gustaría ahondar, como la región donde no hay cráteres o la gente que vive sobre sus muertos, cerca del volcán Casita, zona roja donde no deberían estar, porque es un camposanto.
Sin embargo, a sólo unos temas de terminar su libro, Sabrina Duque presenciaría, el 18 de abril de 2018, el estallamiento de la revolución de los nietos sandinistas.
“El ejemplar cambió literalmente de ruta. No me gustaba hasta entonces abordar temas políticos. Pero por mi formación periodística e información de primera mano tuve que retomar el asunto para mi investigación.
“No presencié homicidios, pero sí un secuestro y detenciones. Es tan doloroso; todavía recuerdo los ojos tristes de algunos jóvenes atrincherados que hicieron tranques (barreras). Con sólo 18 o 20 años ya sabían lo que era ver morir a sus amigos. Los periodistas que querían hacer su cobertura, tuvieron que huir porque podían ser detenidos o incluso asesinados.
“Cuando la violencia estaba en su apogeo me fui dos meses y al regresar ya había terminado la Operación Limpieza. Sin embargo, era evidente que existía cierta clandestinidad: se pintaban las paredes, se soltaban globos con los colores de la bandera, y cesaron las manifestaciones, debido a la represión de los francotiradores.”
Algunas crónicas que reúne VolcáNica, publicada por Penguin Random House, son Destino: Managua sobre lava, entre volcanes
; Acahualinca, pies descalzos sobre lodo volcánico
; Casita: vivir sobre tus muertos
; Cerrado por revolución
; El tiempo de los nietos
; Exorcismos a volcanes, romerías contra bala
, y Un hombre y una ciudad que no se dejan borrar
.
El ejemplar incluye un código QR para escuchar una lista de canciones que Sabrina Duque sugiere para su lectura.
“Nicaragua estalló como hacen los volcanes. Es fascinante ver cómo los ciudadanos incorporan frases y consignas que tienen que ver con éstos. En alguna movilización escuche: ‘Juntos somos un volcán’, línea de una canción de Luis Enrique Mejía Godoy.
“Los nicaragüenses se enfrentan a la lava como lo harían ante las balas. Desde tiempos ancestrales, la gente de esa tierra ha caminado entre erupciones volcánicas sin correr. Te invitan a recorrer un volcán como si fueras al cine. Tienen un alto amor por la naturaleza, son muy cálidos y enfrentan las cosas con mucha valentía. Me dio mucho gusto poner a la sociedad nicaragüense en la mira
, concluye Sabrina Duque, quien también ha colaborado en la revista peruana Etiqueta Negra.